En el marco de la Operación Eastern Sentry, la OTAN confirmó los primeros despliegues de cazas de las Fuerzas Aéreas de Alemania, Francia y Rumania para realizar misiones de control del espacio aéreo aliado e interceptación, siendo esto una clara a alusión pasada incursión de drones rusos que tuvo la pasada semana en Polonia.
La operación tiene el objetivo de reforzar los sistemas de defensa aéreas, a la vez que enviar un mensajes disuasivo a Rusia, iniciando oficialmente menos de un día después que el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, y el Comandante Supremo Aliado en Europa (SACEUR), General Alexus G. Grynkewich, confirmaran su inicio el pasado 12 de septiembre.
Desde ese momento, la OTAN confirmó que respondería a las intrusiones de Rusia y reforzaría la postura del bloque a lo largo del flanco oriental. Actualmente, hay cuatro cazas Eurofighters de la Fuerza Aérea de Alemania y tres Rafale del Ejército del Aire y Espacio francés listos para responder en una base aérea del noreste de ese país y tres helicópteros checos llegaron a Polonia el 14 de septiembre. Por su parte, Dinamarca aportará aviones de combate y una fragata antiaérea, Italia y Suecia también han anunciado su colaboración. Se espera que España y el Reino Unido anuncien su apoyo en breve.
Sobre Eastern Sentry
El desarrollo de Eastern Sentry ocurre en respuesta a la incursión de drones rusos durante la noche del 9 de septiembre, cuando cazas F-16 de la Fuerza Aérea de Polonia y F-35A de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos interceptaron estos sistemas que ingresaron en territorio polaco. Según confirmó en su momento el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, fueron “numerosas aeronaves no tripuladas procedentes de Rusia” que atravesaron el espacio aéreo del país, lo que activó de inmediato los protocolos de respuesta rápida de la Alianza.
En la operación también participaron aviones de alerta temprana de la Fuerza Aérea italiana, aeronaves de reabastecimiento en vuelo Airbus A330 MRTT y sistemas de defensa aérea Patriot de las Fuerzas Armadas de Alemania. Desde Varsovia se informó que varios drones fueron derribados, marcando la primera vez que un miembro de la OTAN abre fuego contra aparatos rusos en el marco de la guerra en Ucrania.
Tras las declaraciones del primer ministro polaco, Donald Tusk, calificando el hecho como una “provocación a gran escala”, el titular de la OTAN anunció el lanzamiento de Eastern Sentry. Tras debatir lo ocurrido con los drones rusos en el espacio aéreo polaco y afirmar que lo ocurrido “no fue un incidente aislado”, Rutte confirmó que daría inicio a la operación de defensa aérea, ya que añadiría “flexibilidad y fuerza” a la postura de la alianza colectiva.
En paralelo, el titular de la OTAN ratificó que Dinamarca aportaría dos F-16 y una fragata antiaérea, mientras Francia confirmó tres Rafale y Alemania con cuatro Eurofighter mencionados previamente. El Reino Unido expresó en su momento la voluntad de prestar su apoyo para reforzar las capacidades existentes y potenciar la disuasión.
Si bien no se conoce cuánto durará Eastern Sentry, la operación será liderada por el Mando Aliado de Operaciones (ACO) -responsable del planeamiento y ejecución de todas las operaciones de la OTAN- para otorgar un mayor blindaje y protección de los Estados parte. Las autoridades consideran que Eastern Sentry proporciona un “nuevo enfoque” a la disuasión de la OTAN y una defensa aún más centrada y flexible, colaborando estrechamente con el Mando Aliado de Transformación para “experimentar y desplegar rápidamente nuevas tecnologías a escala de toda la Alianza” (como sensores y armas contra drones).
Incidentes en Rumania
Situación similar a lo ocurrido con Polonia ocurrió el pasado 13 de septiembre en Rumania, donde fue interceptado un dron ruso tras penetrar su espacio aéreo. Según anunció el Ministerio rumano de Defensa Nacional, dos aviones de combate F-16 de la Base Aérea 86 de Fetești despegaron ese mismo día para vigilar la situación aérea en la frontera con Ucrania, momento en el cual detectaron un dron en el espacio aéreo nacional.
La situación llevó a que los F-16 rumanos siguieran hasta aproximadamente 20 km al suroeste de Chilia Veche, donde desapareció del radar. Si bien el dron no supuso un peligro inminente para la seguridad de la población, los sistemas de radar del Ministerio de Defensa continuaron trabajando en la vigilancia y control del espacio aéreo rumano.
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