Teniendo como escenario el estrecho de Taiwán, China emitió un comunicado advirtiendo la presencia de buques militares de la armadas de Estados Unidos y Reino Unidos, tildando a la navegación de un destructor y una fragata Tipo 23 como un gesto de provocación. La condena emanada desde el Comando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) hace referencia a la navegación de activos de la Armada de EE. UU. y de la Real Armada británica en el estrecho en los días posteriores a la realización de nueva navegación del portaaviones Fujian (CV-18), el más moderno y avanzado del Gigante Asiático, en dichas aguas.

Durante la pasada semana, según imágenes satélites e informes de las autoridades taiwanesas, el día 12 de septiembre el portaaviones CV-18 de la Armada de China atravesó el estrecho de Taiwán hacia el Mar del Sur de China, en el marco de una nueva navegación, lo que parecería constituirse como los últimos preparativos de cara su entrada en servicio. El hecho, a su vez, fue confirmado de forma oficial por China, describiendo esta nueva salida en el marco de una “… una misión de investigación, pruebas y entrenamiento científico”, las cuales son realizada de forma rutinaria por la fuerza naval.

La nueva salida del portaaviones chino, junto a un grupo de escoltas conformado por destructores, coincidió casi temporalmente y espacialmente con la navegación de medios navales estadounidenses y británicos. Desde fuentes Fuentes de Información Abierta (OSINT) advirtieron el 12 de septiembre la presencia del destructor de misiles guiados clase Arleigh-Burke USS Higgins (DDG 76) de la Armada de EE.UU., como también de la fragata británica Tipo 23 HMS Richmond en el estrecho de Taiwán.

Debido a ello, ese mismo día China lanzó un nuevo comunicado denunciando y protestando contra de la presencia de buques militares occidentales en el estrecho de Taiwán, señalando: “Las acciones de Estados Unidos y Reino Unido envían señales erróneas y socavan la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, indicó el EPL en un comunicado; las cuales se suman a similares protestas contra la navegación realizada por una fragata de la Armada canadiense.

Por su parte, el Ministerio de Defensa británico declaró que la navegación se realizado de forma rutinario en cumplimiento de las actuales legislaciones internacionales, indicando que: “Donde quiera que opere la Royal Navy, lo hace en total conformidad con la ley y las normas internacionales, ejerciendo los derechos de libre navegación de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”. Mientras que el Comando Indo-Pacífico de EE. UU. describió la misión como un tránsito rutinario: “Los buques transitaron por un corredor del estrecho que se encuentra fuera del mar territorial de cualquier Estado costero. Los derechos y libertades de navegación en el estrecho de Taiwán no deben ser restringidos”.

Sobre las palabras expresadas de estos últimos, la presencia de los buques estadounidenses y del Reino Unido en el área mencionada se englobada en una serie de actividades militares con países aliados. Por solo citar un ejemplo, durante días previos a la navegación en el estrecho, el USS Higgins realizó ejercitación con el portahelicópteros clase Hyūga JS Ise (DDH 182) y el destructor clase Takanami JS Suzunami (DD 114) de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón (JMSDF) en el Mar de Filipinas. Mientras que, por su parte, la fragata británica HMS Richmond, que fue uno los escoltas del portaaviones HMS Prince of Wales durante su navegación en la región, realizó previo a su transito en el estrecho de Taiwán maniobras de reasbtecimiento en alta mar con el portahelicópteros japones JS Kaga.

*Fotografías empleadas a modo de ilustración.

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