*Por Delfina Castellanos

Introducción:

El presente escrito tiene como objetivo analizar el impacto que posee la participación de las mujeres en la construcción de paz. Siendo este un propósito muy amplio, para acotarlo un poco nos centraremos específicamente en los roles llevados a cabo por el personal femenino en la Misión de Naciones Unidas en Chipre – United Nations Peacekeeping Force in Cyprus (UNFICYP, por sus siglas en inglés). En una primera parte se realizará una breve explicación sobre los principios que regulan el funcionamiento de las misiones militares de paz. Posteriormente, se hará un conciso detalle de los antecedentes del conflicto entre griegos y turcos por el control de la isla. Luego, se detallará la evolución de la participación femenina en las Naciones Unidas, teniendo como principal insumo el desarrollo de una breve entrevista a cuatro mujeres que han participado en esa y otras misiones. Para finalizar se presentarán algunas conclusiones sobre todos los aspectos desarrollados a lo largo del presente trabajo, con el fin de evaluar si el impacto de la participación femenina ha sido realmente positivo.

Algunos aspectos teóricos sobre el tema

En primer lugar, resulta importante delimitar lo que se entiende por una “Operación Militar de Paz”. El Apunte de la Unidad Nº 2 del Curso Introducción al Sistema de Seguridad Internacional de Naciones Unidas (2025), expresa que:

Constituye el despliegue en el terreno de una presencia de Naciones Unidas que normalmente comprende personal militar, policial y civil a efectos de desarrollar diferentes acciones para contribuir a imponer, mantener o mejorar las condiciones de paz, seguridad y funcionamiento en una determinada área geográfica (2025, p. 8).

Cuando se decide este despliegue de efectivos en una acción de la ONU a cargo de una OMP en un determinado país, dicha organización va a estar involucrada en diferentes actividades según el tipo de misión del que se trate. Podemos decir que existen tres tipos principales de misiones de paz: en primer lugar, las preventivas que tiene como objetivo prevenir los conflictos, adoptando medidas de seguridad y confianza para mantener la paz en un área determinada, por ejemplo, la Misión que se desarrolló en Macedonia (UNPREDEP, por sus siglas en inglés).

Luego encontramos las misiones tradicionales, que se despliegan para apoyar la implementación de acuerdos de paz o cese del fuego en conflictos entre estados. Están conformadas principalmente por personal militar. Ejemplos de este tipo de misión son la Misión de la ONU en los Altos del Golán, implementada en 1974, para monitorear la retirada de las fuerzas entre Siria e Israel y la Misión de Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP).

Por último, las misiones multidimensionales, que centran su trabajo en conflictos intra-estatales. Éstas, a causa de su complejidad estructural, incluyen componentes militares, policiales y civiles. Sus tareas comprenden la vigilancia y el cumplimiento del alto el fuego para crear un ambiente seguro y estable, además de facilitar el proceso político. Un ejemplo de este tipo es la Misión de la ONU en Sudán del Sur.

Contexto histórico del conflicto en Chipre

Una vez delimitados estos tipos de Operaciones Militares de Paz, analizaremos el contexto histórico para comprender como surge la Misión de la UNFICYP en Chipre. Este país, fue parte de diversos imperios (romano, bizantino, otomano) y desde el Siglo XVI hasta fines del Siglo XIX, estuvo bajo el control del imperio Otomano, lo que permitió el asentamiento de una población turco – musulmana en la Isla. Luego estuvo bajo dominio

británico desde el año 1878 – 1960, coexistiendo dos grandes comunidades la grecochipriota y turcochipriotas. Los grecochipriotas aspiraban a implementar la enosis[1], es decir: la anexión de Chipre a Grecia, pero esta idea fracasó. En 1960 se aprobó una Constitución que repartía el poder entre grecochipriotas y turcochipriotas, dando una relativa estabilidad a la isla. No obstante, las tensiones aumentaron y se produjo un nuevo estallido de violencia en el año 1963. (Algora Weber, 2002, p.29).

En consecuencia, en 1964 el Consejo de Seguridad (CS) de las Naciones Unidas estableció la UNFICYP, con la finalidad de impedir nuevos enfrentamientos entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota. La misma fue creada mediante la aprobación de la Resolución Nº 186 del CS.  Pero su presencia no fue suficiente para calmar a los beligerantes ni las acciones violentas, hasta tal punto que las Fuerzas Militares turcas iniciaron en 1974 la invasión y ocupación de un 38% de la isla, que perdura hasta la actualidad. Frente a la ausencia de una solución política al problema de Chipre, la misión ha permanecido en la Isla para vigilar las líneas de alto el fuego, llevar a cabo actividades humanitarias, etc.

Como ya fue planteado anteriormente, la UNFICYP se trata de una Operación Militar de Paz de tipo tradicional que presenta ciertas características que describiremos a continuación. En primer lugar, la misión debe tener un mandato claro del Consejo de Seguridad. La Resolución del CS N° 186/64 ha establecido el mandato para evitar el reinicio de la lucha, contribuir al mantenimiento de la ley y el orden y contribuir al retorno de las condiciones normales de vida. Por otra parte, estas misiones, son esencialmente desarrolladas por personal militar debido a “la logística y capacidad operativa que les permite desplegarse rápidamente en diferentes regiones del mundo. Esto es crucial para responder de manera efectiva a las crisis y emergencias en contextos complejos y dinámicos” (Zona-Militar, Apunte N° 3, 2025).

Otra de las características que se pueden mencionar, es que poseen una participación Multinacional, es decir, suelen contar con contribuciones de varios países que proporcionan tropas, equipos y recursos financieros para el despliegue de la misión. La naturaleza multinacional de las fuerzas desplegadas refleja el compromiso global con la paz, la seguridad y proporciona mayor legitimidad a la acción. Como dato importante a destacar, la República Argentina se encuentra entre los diez principales países contribuyentes de contingentes militares y  fuerzas policiales a la misión de UNFICYP, tal como se muestra en el gráfico 1:1

Los diez países que más tropas militares aportaron a UNFICYP (hasta mayo 2025)

Fuente: Naciones Unidas, Misión de Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP) – https://peacekeeping.un.org/es/mission/unficyp (consultado el 21 de agosto de 2025)

Estructura y organización de la misión – participación de las mujeres

En la actualidad, resulta evidente que las Misiones de Paz están integradas tanto por hombres como por mujeres. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), creada con el propósito fundamental de fomentar la cooperación internacional y promover la paz y la seguridad globales, fue fundada en 1945 tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en sus primeros años, las misiones estuvieron conformadas exclusivamente por hombres, situación que se mantuvo hasta la década de 1980, cuando algunas mujeres comenzaron a ser desplegadas de forma aislada. El verdadero incremento de la participación femenina no se produjo hasta el período 1991-1993, aunque en ese entonces las mujeres apenas representaban el 1% del personal total en las Misiones de Paz de la ONU, según datos del Foro Económico Mundial.

En el año 2000, la ONU aprobó la Resolución 1325 sobre “Mujeres, Paz y Seguridad”, instando a los Estados a incrementar la participación femenina e incorporar la perspectiva de género en todos los esfuerzos de paz y seguridad. Como señala el Foro Económico Mundial (2018), “las mujeres se convierten en imprescindibles en las misiones de paz”. Desde entonces, los porcentajes han ido en aumento, alcanzando, por ejemplo, el 40% en la United Nations Mission for the Referendum in Western Sahara (MINURSO, por sus siglas en inglés) y el 8% en la UNFICYP.

Cabe destacar que la participación femenina en las Misiones de Paz no se limita a las Fuerzas Armadas. En el caso argentino, desde 2009 se ha observado una significativa incorporación de mujeres pertenecientes a las Fuerzas de Seguridad. Un hecho relevante fue el despliegue de tres suboficiales de la Gendarmería Nacional en Liberia, marcando un hito en la actuación femenina en el ámbito internacional (Informe de Patrulla, 2022).

La presencia de mujeres en la UNFICYP y en otras operaciones de paz aporta beneficios sustanciales. Muchas de ellas cuentan con destacadas aptitudes para la mediación, sólidos conocimientos sobre garantías internacionales de derechos humanos y habilidades interpersonales que facilitan el diálogo con las partes en conflicto. Un ejemplo ilustrativo fue la designación de dos mujeres musulmanas en el equipo de paz encargado de mediar en las negociaciones con el Gobierno de Filipinas, lo que evidenció su capacidad para desenvolverse en contextos altamente complejos y sensibles. Además, su participación fomenta la generación de confianza y seguridad en las comunidades locales.

El principal desafío radica en transformar las estructuras tradicionales de las Misiones de Paz, históricamente dominadas por hombres. Aunque se ha producido un cambio de paradigma, este aún se encuentra en proceso. Como señala Irene Fellin, Representante Especial del Secretario General de la OTAN para la Mujer, la Paz y la Seguridad, “las pruebas demuestran que seguimos necesitando que las mujeres tengan esta visión holística de las necesidades de seguridad”.

En esta línea, la Resolución 2493, adoptada por el Consejo de Seguridad en 2019, reafirma el compromiso de la ONU con la Agenda “Mujeres, Paz y Seguridad”. En su texto se observa:

Observa el mandato de la Comisión de Consolidación de la Paz […] y pide que se cumpla íntegramente para seguir promoviendo la participación de las mujeres en la consolidación de la paz, así como en la prevención de los conflictos, y alienta a la Comisión de Consolidación de la Paz a que siga apoyando la participación de las organizaciones de consolidación de la paz dirigidas por mujeres en las actividades de planificación y estabilización realizadas en las etapas de reconstrucción y recuperación posconflicto. (Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, 2019).

Este reconocimiento normativo y político constituye un paso fundamental para visibilizar, valorar y fomentar la participación femenina en las Misiones de Paz a nivel mundial.

Roles y funciones clave de las mujeres en UNFICYP

En esta Misión las mujeres han participado y participan activamente en diversas áreas operativas, técnicas y estratégicas. Tal es así que la General Kristin Lund de Noruega se desempeñó como Comandante de la Fuerza (máximo puesto de responsabilidad), en el periodo 2014 a 2016. Específicamente dentro del componente militar, asumen responsabilidades amplias relacionadas con las comunicaciones, la coordinación logística y la incorporación de la perspectiva de género en las operaciones. En relación a esto último, a nivel institucional, UNFICYP ha implementado un plan de acción con enfoque de género, respaldado por una red de puntos focales y por espacios de integración destinados a promover el bienestar, la igualdad y el trabajo colaborativo.

En el ámbito policial y de enlace comunitario, las mujeres desempeñan un papel esencial en la protección de personas y grupos vulnerables, aportando enfoques basados en la mediación, la empatía y el conocimiento de las garantías internacionales de derechos humanos. Estas capacidades fortalecen el diálogo con las comunidades locales y contribuyen a generar confianza en la zona de amortiguamiento. Además, su participación es activa en la facilitación de procesos de paz y en la organización de iniciativas bi-comunales, orientadas a la inclusión de mujeres y jóvenes en la toma de decisiones. De este modo, su intervención no solo incrementa la eficacia operativa de UNFICYP, sino que también aporta a la construcción de una paz más inclusiva, sostenible y sensible a las realidades del contexto chipriota.

Algunas conclusiones

Un análisis pormenorizado del trabajo permite concluir que la participación femenina, tanto en las Misiones de Paz de la ONU como en UNFICYP, ha tenido un impacto ampliamente positivo y ha experimentado un incremento progresivo en sus actividades a lo largo del tiempo. Este crecimiento se vincula, principalmente, con las transformaciones culturales y sociales de las últimas décadas, las cuales han promovido la igualdad de género y la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública. Actualmente, es cada vez más habitual que las mujeres ocupen cargos políticos y puestos ejecutivos dentro de la administración, a diferencia de lo que ocurría en el pasado. En este marco, se observa también una tendencia hacia el perfeccionamiento profesional y la capacitación continua, lo que con frecuencia conlleva la postergación de decisiones relativas a la formación de una familia.

Asimismo, la participación femenina en las Misiones de Paz constituye una fuente de inspiración para que más mujeres profesionales se animen a involucrarse en este tipo de operaciones, sin prejuicios ni dudas sobre su capacidad e idoneidad para ocupar los cargos que deseen. Sin embargo, alcanzar una representación equilibrada continúa siendo un desafío significativo. En numerosos casos, las profesionales se enfrentan a la necesidad de elegir entre el desarrollo de su carrera y la formación o cuidado de una familia, o bien intentar conciliar ambas responsabilidades. Aunque esta conciliación no es imposible, participar en una Misión de Paz implica exigencias particulares que intensifican esta disyuntiva, demandando de las mujeres una capacidad de gestión y resiliencia adicionales.

Para superar estos obstáculos, resulta fundamental la creación de entornos de acompañamiento tanto a nivel familiar como psicológico, que permitan a las mujeres desempeñar sus funciones plenamente y sin que ello suponga una sobrecarga emocional. Solo así su participación podrá ser enriquecedora y sostenible en el tiempo.

Por último, a partir de las entrevistas realizadas a personal militar femenino que participó en UNFYCYP, se puede afirmar que la presencia de mujeres en las Misiones de Paz genera ventajas sustantivas y un balance altamente favorable. Han demostrado una notable capacidad de adaptación al contexto social en el que operan, mayor sensibilidad frente a las realidades locales y un enfoque empático en sus intervenciones. Además, destacan por sus habilidades comunicativas y, en muchos casos, se convierten en referentes dentro de las comunidades. No obstante, con base en lo expresado por las entrevistadas y en la información analizada, se advierte que, más allá de los compromisos asumidos a nivel internacional en materia de igualdad de género, el cumplimiento efectivo del cupo femenino en las Misiones de Paz continúa siendo una meta pendiente.

Cabe recordar que la Carta de las Naciones Unidas, en su artículo 8, establece que no se impondrán restricciones por razón de sexo para participar en condiciones de igualdad. En este sentido, resulta esencial fortalecer el compromiso asumido, tanto por la comunidad internacional como por nuestro país, mediante la implementación de políticas públicas más eficaces y la adopción de medidas concretas que promuevan y garanticen una mayor participación femenina en las Misiones de Paz y en todos los espacios de toma de decisiones vinculados con la seguridad y la paz internacionales.

Bibliografía consultada


[1] Modificación del territorio de un Estado consistente en la incorporación de todo o parte de aquél al territorio de otro Estado existente.

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