El pasado miércoles 10 de septiembre, el Ministerio de Defensa de Singapur dio a conocer a través de un comunicado oficial que ha seleccionado a las aeronaves P-8 Poseidon de los EE.UU. para reemplazar a sus mas antiguos aviones Fokker F-50, lo que representa un importante salto cualitativo en términos de capacidades de vigilancia marítima. La novedad se produjo en el marco de una reunión bilateral realizada en el Pentágono, de la cuál participó el ministro de defensa Chan Chun Sing y el secretario de guerra Pete Hegseth, en dónde también se reafirmó la asociación de ambos países en materia de defensa.
Ampliando en detalles, Singapur buscará conformar una flota de cuatro aviones P-8 Poseidon fabricados por Boeing, misma que formaría parte de la primera fase del programa de modernización que está encarando el país; enfocándose en proyectos que garanticen su seguridad marítima contra amenazas de superficie y submarinas en medio de un tenso escenario en el Indo-Pacífico. De esta manera, se podrá avanzar en la sustitución de los mencionados F-50 que ya cuentan con mas de tres décadas en servicio y que ya demandaban un sucesor.
Dicha decisión, a su vez se produce tras una confirmación por parte de Singapur respecto de su intención de adquirir una flota de 20 cazas F-35 en total a su aliado en Washington, cuya producción ya está en plena marcha y que se prevé pueda tener las primeras entregas hacia finales del 2026. El propio comunicado resalta que los EE.UU. ya están brindando apoyo para llevar a cabo el entrenamiento de efectivos singapurenses, tal y como ocurrió con los ejercicios Forging Sabre concretados en el estado de Idaho, y como ocurrirá una vez que el país asiático establezca su destacamento en la Base de la Guardia Nacional Aérea de Ebbing, situada en Arkansas.
A grandes rasgos, el encuentro de ministros dio cuenta una vez mas del compromiso mutuo con la defensa, lo que con claridad se expresaba en el comunicado oficial del gobierno de Singapur: “Durante la reunión, el Sr. Chan y el Secretario Hegseth reafirmaron la excelente y duradera relación bilateral en materia de defensa, así como la asociación mutuamente beneficiosa entre Singapur y Estados Unidos (…) Ambas partes también intercambiaron opiniones sobre la evolución de la seguridad en la región.“
Cabe destacar en esa línea, que una muestra de esta índole parecía resultar necesaria tras la decisión estadounidense de descartar los planes para alojar hasta 12 cazas F-15SG de la Fuerza Aérea de Singapur en una de las bases principales con las que cuenta Washington en el Indo-Pacífico, a saber: la isla de Guam; particularmente en la Base Aérea Andersen. Si bien se trató de una cuestión acordada por ambos países, teniendo en cuenta los resultados de diferentes análisis operativos, habían surgido especulaciones respecto de si ello no representaba un enfriamiento de las relaciones entre las carteras de defensa de ambas naciones.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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