El astillero estadounidense Metal Shark entregó el buque de patrulla costera cercana (NCPV) Arcturus, CG-114, a la Armada de la República Dominicana. La nave es el séptimo NCPV construido por el astillero para aliados de Estados Unidos en el Gran Caribe.
El Arcturus es un buque de aluminio soldado, con una eslora de 25,9 metros y una manga de 5,9 metros. Está propulsado por dos motores diésel marinos Caterpillar C-32 de 1.600 caballos de fuerza cada uno, con una velocidad máxima superior a los 25 nudos. “El buque ha sido diseñado para misiones de hasta seis días en el mar, apoyando a una tripulación operativa de diez personas”, explicó la compañía en un comunicado de prensa del 4 de septiembre.

La embarcación transporta una lancha rígida inflable (RIB) de 5,6 metros construida en aluminio por Metal Shark, equipada con dos motores fueraborda Mercury de cuatro tiempos y 50 caballos de fuerza cada uno. En un comunicado del 24 de agosto, el Ministerio de Defensa dominicano explicó que el buque puede portar entre tres y cinco ametralladoras medias o pesadas. La nave fue incorporada oficialmente a la Armada dominicana el 31 de agosto, en una ceremonia en el Puerto de Sans Soucí.
La flota ha recibido dos embarcaciones mediante este programa: la primera fue la Betelgeuse, CG-102, entregada en 2020. La incorporación de la Betelgeuse y del Arcturus ha “consolidado” la modernización de la Armada de la República Dominicana, explicó la institución.
La compañía detalló que el Arcturus será empleado en misiones de vigilancia marítima para apoyar el control de las aguas jurisdiccionales del país. Metal Shark destacó que, al igual que la Betelgeuse, el buque será utilizado para “combatir el narcotráfico, la trata de personas, la pesca ilegal y el crimen organizado transnacional, además de realizar operaciones de búsqueda y rescate en el mar”. La pesca ilegal es un problema particular para la nación. El 7 de septiembre, la Armada informó la intercepción y detención de dos embarcaciones pesqueras en las provincias de Pedernales y Montecristi, que realizaban actividades de pesca ilegal. Las tripulaciones de ambos barcos eran íntegramente de nacionalidad haitiana.
En 2017, Metal Shark anunció un contrato de 54 millones de dólares para construir hasta 13 NCPV de la clase Defiant 85 para aliados de Estados Unidos. Otros países que ya han recibido estas embarcaciones incluyen Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala y Panamá. El programa está enmarcado en las ventas militares al extranjero (FMS) y es financiado por la Marina de Estados Unidos.

“El NCPV refleja la duradera asociación de Metal Shark y su compromiso con el avance de los intereses compartidos en materia de defensa y seguridad, reforzando los fuertes lazos entre nuestras naciones mientras trabajamos juntos para salvaguardar recursos costeros y económicos críticos”, afirmó Henry Irizarry, vicepresidente sénior de Desarrollo de Negocios Internacionales en Metal Shark.
El Ministerio de Defensa dominicano explicó que el gobierno de la República Dominicana “financió el 30% del costo total, mientras que el otro 70% fue financiado por Estados Unidos”. El proyecto resalta “la estrecha relación bilateral” entre ambos gobiernos “para combatir amenazas comunes en la región”.
Agosto y principios de septiembre fueron semanas activas para la Armada Dominicana. El 4 de septiembre, el presidente Luis Abinader relevó la conducción de la institución; el vicealmirante Juan Bienvenido Crisóstomo Martínez es ahora comandante de la fuerza.
Además de recibir una nueva embarcación, entre comienzos y mediados de agosto la Armada inauguró mejoras de infraestructura en la Base Naval Las Calderas, así como en las estaciones navales de Paraíso, Bahoruco y Los Patos, y la ampliación de la Escuela de Graduados de Comando y Estado Mayor Naval (EGCEMN).
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