Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos continúan fortaleciendo la presencia de medios de alto perfil en la región del Caribe, a fin de incrementar la presión y apoyar la lucha contra carteles del narcotráfico, muchos de los cuales han sido designados por el Departamento de Estado como organizaciones “terroristas extranjeras”. A la presencia de destructores y cruceros de misiles guiados, buques de asalto anfibio y hasta submarinos nucleares de ataque, se sumó en la jornada de ayer el arribo de los primeros seis cazas furtivos F-35, presumiblemente de la Fuerza Aérea de EE. UU., a Puerto Rico, complementando la presencia de otros activos militares.

Durante la semana pasada, y en el marco de la nueva postura de la Casa Blanca con los carteles del narcotráfico en la región del Caribe, fue confirmada la orden del presidente Trump para iniciar los preparativos que tuvieran como fin el despliegue de un destacamento de cazas de quinta generación F-35 con destino a Puerto Rico.
La noticia tuvo como marco previo las tensiones con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, siendo este uno de los apuntados por la Casa Blanca, la cual indica que diversos carteles del narcotráfico son su principal sostén económico.
La respuesta venezolana incluyó, además del alistamiento de personal y milicias, el despliegue en dos ocasiones de cazas F-16 de la Aviación Militar Bolivariana (AMB), los cuales realizaron pasajes cercanos con el USS Jason Dunham (DDG-109), uno de los tres destructores clase Arleigh Burke desplegados en el Caribe —siendo los otros dos el USS Gravely (DDG-107) y el USS Sampson (DDG-102)— a fin de apoyar las acciones contra el narcotráfico.


Más allá de estos antecedentes recientes, durante la jornada de ayer diversas imágenes e información de Fuentes Abiertas de Información (OSINT) dieron cuenta de los preparativos que tenían lugar en el aeropuerto José Aponte de la Torre, el cual recibió aeronaves de transporte estratégico C-17A Globemaster III de la USAF, presumiblemente trasladando desde territorio continental estadounidense a personal y equipos para sostener lo que era el inminente arribo de los cazas de quinta generación.


La presencia en la isla caribeña se suma a otras capacidades que están siendo desplegadas desde allí, destacando la operación de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de combate MQ-9 Reaper, los cuales fueron observados en las instalaciones armados y siendo, presumiblemente, los medios empleados en el reciente ataque contra una lancha “narco”, la cual fue hundida días atrás en un hecho dado a conocer por el mismo presidente Donald Trump.
Por último, aún no se han emitido comunicados oficiales que permitan conocer la unidad y fuerza a la cual pertenecen los F-35 desplegados por Estados Unidos en Puerto Rico, ni tampoco mayores detalles de las operaciones que podrían realizar contra carteles del narcotráfico operando en la región.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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Cazas furtivos de 5 ta generación para combatir el narcotráfico, éso no se lo cree nadie