Tras lo que ha sido casi una década de atrasos, la Armada de Grecia ha celebrado esta semana que el primero de sus aviones P-3B Orión modernizados por Lockheed Martin inició sus vuelos de prueba, el cuál tuvo lugar sobre la Base Aérea de Tanagra. Se trata de un importante hito alcanzado por la institución, no sólo por sus derivaciones concretas en términos del aumento de capacidades de vigilancia marítima, en tanto ha sido uno de los procesos mas prolongados y problemáticos en términos que el país ha encarado en las últimas décadas.

En redes sociales, la compañía Lockheed Martin daba a conocer el hecho durante el pasado 3 de septiembre con las siguientes declaraciones: “El P-3B Orión modernizado de la Armada Helénica completó su primer vuelo de prueba, mejorando la vigilancia marítima y la guerra antisubmarina. Nos enorgullece apoyar este esfuerzo, trabajando junto con la Armada Helénica para fortalecer la preparación y el éxito de la misión.

Ampliando en detalles, cabe mencionar que la aeronave había estado inmovilizada por años a causa de diversos problemas técnicos, siendo el mas reciente de ellos uno denotado en sus motores; hace tan sólo un par de semanas atrás. Ello forzó al equipo de ingenieros provenientes tanto de la mencionada compañía estadounidense Lockheed Martin, y de la griega HAI, a trabajar extensamente para su puesta a punto de cara a las pruebas de motor y rodaje que se debían superar previo al vuelo de pruebas. Una vez completadas, el P-3B Orión pudo finalmente concretar sus testeos, representando la primera vez en la que Atenas vuelve a contar con una capacidad de este tipo en años.

Por otra parte, repasando brevemente los antecedentes previos de este problemático proceso, resulta útil recordar que su origen formal se halla al momento que el llamado Consejo Gubernamental de Asuntos Exteriores y Defensa (KYSEA) dio su visto bueno a la modernización de cuatro aviones P-3B durante el año 2015. Acorde a los planes iniciales, la Armada Helénica debía recibir al primer ejemplar de esta serie cuatro años mas tarde, mientras que en 2022 se debía finalizar la modernización de todos los aviones afectados por la modernización.

Con el primer avión recién habilitado para sus vuelos de pruebas en septiembre de 2025, queda mas que claro que dichas expectativas han quedado en el olvido, con consecuencias importantes para las capacidades de vigilancia marítima del país con acceso al Mediterráneo y al Egeo. Mas aún, los reportes publicados por medios locales indican que el segundo avión recién está a un 65% de los trabajos previstos, mientras que el tercero va por un 40%; el cuarto ejemplar aún no ha recibido ningún trabajo. Esto lleva a pensar que no será recién hasta la próxima década que el país podrá pensar en completar su flota.

La cuestión a su vez ha suscitado diversas críticas en la política y medios de comunicación locales, como era de esperarse aún con el primer vuelo de pruebas ya concretado, dado que el país invirtió mas de 500 millones de euros en el programa descrito hasta ahora. En ese sentido, los críticos apuntan que los fondos podrían haberse invertido en la adquisición de plataformas modernas como lo son los P-8 Poseidon, arguyendo que además de costosos, los P-3B modernizados no dejan de ser plataformas con varias décadas de antigüedad.

*Imagen de portada: Lockheed Martin

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