En el marco de su crucero anual de instrucción, la Flotilla de Entrenamiento de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón desarrolló una serie de ejercicios combinados con la Marina de Brasil frente a las costas del estado de Río de Janeiro. En la actividad participaron las fragatas clase Niterói “Defensora” (F-41) y “União”(F-45), junto a cazas AF-1 Skyhawk del 1º Escuadrón de Aviación de Interceptación y Ataque, conformando un escenario de adiestramiento avanzado que integró maniobras aéreas y navales de alta complejidad.
El encuentro, llevado a cabo el 29 de agosto en las inmediaciones de Cabo Frio (RJ), contó con la presencia del buque escuela JS Kashima (TV-3508) y del destructor JS Shimakaze (TV-3501), este último perteneciente a la clase Hatakaze y actualmente configurado para misiones de formación. Bajo el mando del contralmirante Hiroshi Watanabe, la fuerza japonesa arribó a Brasil en el marco de su Crucero de Entrenamiento 2025, cuyo propósito es perfeccionar la instrucción de los alféreces recién egresados de la academia naval nipona y, al mismo tiempo, estrechar vínculos diplomáticos con naciones socias.
Entre los ejercicios desarrollados destacó el tránsito bajo amenaza aérea, en el que los cazas AF-1 Skyhawk simularon un ataque hostil contra el grupo de tarea. Esta dinámica permitió a los buques ensayar procedimientos de defensa y coordinación ante escenarios de combate modernos. En paralelo, la fragata Defensora operó con su helicóptero AH-11B Super Lynx, que realizó maniobras de aterrizaje y despegue en la cubierta del JS Kashima, en un ejercicio de cubiertas cruzadas (Helo Cross Deck) destinado a reforzar las capacidades de interoperabilidad aérea embarcada.
Más allá del adiestramiento táctico, la jornada incluyó un intenso intercambio profesional y cultural entre las dotaciones. Oficiales brasileños y japoneses participaron en visitas cruzadas a bordo de los buques, fomentando el entendimiento doctrinario y el conocimiento mutuo. Según remarcaron ambas marinas, este tipo de experiencias resulta clave para consolidar la confianza operativa y proyectar cooperación estratégica en el largo plazo.
El Capitán de Mar y Guerra Caetano Quinaia Silveira, comandante del Grupo Tarea brasileño, subrayó la relevancia de este tipo de instancias al señalar: “Nuestra institución posee un extenso historial de operaciones combinadas que nos permiten no solo entrenar, sino también comandar fuerzas de tarea internacionales con eficacia”. En la misma línea, el contralmirante Hiroshi Watanabe destacó la preparación y profesionalismo de las tripulaciones brasileñas, tanto en la fase de planificación como en la ejecución de las maniobras.
La presencia de la Flotilla de Entrenamiento japonesa en Brasil se enmarca en una agenda regional más amplia. En julio, sus unidades visitaron Perú, donde realizaron prácticas con la fragata BAP Coronel Bolognesi (FM-57), incluyendo ejercicios de rescate submarino y comunicaciones tácticas. Pocas semanas después, la Armada de Chile llevó adelante maniobras conjuntas frente a Valparaíso junto a la fragata Capitán Prat (FFG-11), en un ejercicio que reforzó la interoperabilidad bajo estándares OTAN.
En la República Argentina, el arribo de los buques japoneses al Apostadero Naval Buenos Aires tuvo lugar el 17 de agosto. Durante su estadía fueron recibidos por autoridades navales y diplomáticas, y abrieron sus cubiertas al público en la Dársena Norte. Además, en su tránsito por aguas argentinas realizaron navegaciones combinadas con el destructor ARA Sarandí (D-13) y la corbeta ARA Rosales (P-42), consolidando una presencia japonesa que evoca más de 130 años de relaciones diplomáticas y navales entre ambos países.
*Créditos de las imágenes: Marina de Brasil.-
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