En aras de avanzar en la expansión de sus capacidades de patrulla marítima, Alemania está evaluando la compra de hasta cuatro nuevas aeronaves P-8A Poseidon adicionales a los EE.UU., mismos que se sumarían a la flota ya encargada de ocho ejemplares que prestarán servicio para la Armada del país. La novedad en cuestión se desprende a partir de la mas reciente solicitud presupuestaria de la institución, en la que quedan a la vista los pedidos de financiación al Parlamento alemán para la llegada de estas aeronaves, a la vez que se condice con los nuevos requerimientos de la OTAN para aumentar la vigilancia sobre el Atlántico Norte.
Cabe recordar en ese sentido, que el fabricante estadounidense Boeing comenzó en octubre del 2024 la construcción de la flota de ocho aeronaves encargadas por la Armada Alemana, mientras que pudo presentar las primeras imágenes de una de ellas recién en febrero de este mismo año. Luciendo ya sus insignias correspondientes de la institución, el número de matrícula 63+01 y el número de cola 170528, el P-8A Poseidon se encontraba en la planta de la compañía en Seattle, EE.UU. Acorde a los reportes previos, su llegada se prevé para los próximos meses, una vez que la aeronave supere las pruebas correspondientes.

En términos de detalles presupuestarios sobre la potencial adquisición, reportes publicados por medios locales apuntan a una solicitud de fondos para 2026 que giran en torno a los 2.800 millones de euros, mismos que se destinarían a los P-8A Poseidon entre los años 2028 y 2032. Ello representa un importante salto en relación a las cifras anteriormente conocidas, mismas que en el presupuesto 2025 se situaban en unos 700 millones de euros.
Resulta útil recordar en función de ello que el pedido de Berlín por las primeras cinco aeronaves a Boeing, concretado en el año 2021, requirió la inversión de 1.430 millones de euros; lo que posteriormente se complementó a otros 1.100 millones de euros por tres aviones adicionales. Considerando las diferencias presupuestarias antes mencionadas, además de la publicación de un documento oficial de la fuerza en el que se presenta un gráfico con una flota prevista de 8 a 12 P-8A Poseidon, sería mas que factible suponer que el pedido por nuevos fondos está directamente relacionado a la adquisición.

Por otra parte, resulta importante traer a colación que la potencial concreción de esta compra trae consigo consecuencias que no sólo abarcan el aumento de las capacidades de vigilancia marítima, sino que también un potencial fin para el programa MAWS que Alemania buscaba llevar a cabo con Francia. Durante el mencionado año 2021, Berlín anunciaba que su primera compra de cinco aeronaves a Boeing constituía una solución temporal para poder efectuar el retiro de sus P-3C Orión y cerrar la brecha de capacidades hasta la entrada en servicio de la nueva plataforma, lo que se planificaba lograr para el año 2035. De los ocho P-3C con los que contaba originalmente, el país logró vender a seis de ellos a Portugal por 48.5 millones de dólares, esto en 2024.
En el caso francés, el programa en cuestión debía reemplazar a sus mas antiguos Breguet Atlantique ATL2, que incluso fueron ofrecidos al gobierno teutón en su configuración actualizada conocida como Estándar 6. La oferta fue finalmente rechazada por Berlín, enfriando el vínculo con París, y por tanto, las perspectivas futuras del programa MAWS. Además, con la presentación de el nuevo A321 de Airbus, los reportes comenzaron a deslizar que la nueva plataforma sería la elegida para que la Marina Nacional francesa avance en su propia modernización de capacidades después de 2030, cerrando aún mas el abanico de posibilidades de cooperación en este programa.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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