En el marco de su estrategia para reforzar la seguridad nacional y modernizar sus defensas, el Ejército Británico ha anunciado la adquisición de seis nuevos sistemas de defensa aérea Land Ceptor, con el objetivo de fortalecer las capacidades del sistema Sky Sabre. Esta inversión, valuada en 118 millones de libras esterlinas, se enmarca en el Plan for Change del Gobierno del Reino Unido y busca no solo reforzar la protección del espacio aéreo, sino también impulsar la industria de defensa nacional.
La compra, formalizada mediante un contrato con la empresa MBDA, permitirá duplicar el número de sistemas Sky Sabre disponibles para las Fuerzas Armadas británicas. Estas unidades se integrarán a la 16ª Regimiento de Artillería Real, responsable de la defensa antiaérea, y podrán desplegarse tanto en territorio nacional como en misiones en el extranjero. El Ministerio de Defensa destacó que los nuevos equipos contribuirán además a la protección de fuerzas británicas en operaciones internacionales y al cumplimiento de compromisos dentro de la OTAN.

El Sky Sabre es considerado un salto tecnológico frente a su predecesor, el sistema Rapier, retirado oficialmente en diciembre de 2021 tras décadas de servicio en escenarios como Kuwait, las Islas Malvinas y eventos de gran magnitud como los Juegos Olímpicos de Londres 2012. A diferencia del Rapier, con un alcance de 8 kilómetros, el Sky Sabre es capaz de interceptar objetivos a más de 25 kilómetros, ofreciendo una cobertura de 360° frente a amenazas aéreas como aviones de combate, drones y misiles de crucero.
El sistema está conformado por tres elementos principales: un radar de alta precisión, un centro de comando y control, y el lanzador móvil Land Ceptor, montado sobre un camión MAN. Este dispara los misiles CAMM (Common Anti-Air Modular Missile), capaces de interceptar hasta 24 objetivos en simultáneo. Según ensayos realizados en el marco del ejercicio de la OTAN Formidable Shield, el Sky Sabre logró impactar con éxito un blanco del tamaño de una pelota de tenis que se desplazaba al doble de la velocidad del sonido.

Además de su relevancia militar, la inversión también tiene un fuerte componente económico e industrial. La fabricación de estos nuevos lanzadores asegurará hasta 140 puestos de trabajo en el Reino Unido, principalmente en la planta de MBDA en Bolton, Lancashire, que recientemente anunció una expansión con la incorporación de 700 nuevos empleos. Actualmente, MBDA da trabajo directo a más de 1.300 personas en el lugar y a más de 5.000 en otras instalaciones del país, consolidando a la defensa como motor de crecimiento económico regional.
La introducción de los nuevos sistemas Land Ceptor refleja la voluntad del Reino Unido de mantener una ventaja tecnológica frente a las amenazas aéreas modernas. Su despliegue no solo permitirá reforzar la defensa del territorio británico, incluidas posiciones estratégicas como las Islas Malvinas, sino también asegurar la capacidad de respuesta dentro de la OTAN.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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