Por primera vez, la Armada de Estados Unidos desplegó uno de sus aviones de comando aerotransportado E-6B Mercury en la Base Espacial Pituffik, en Groenlandia, con el objetivo de reforzar la vigilancia en el Ártico. El movimiento se produce en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas entre Washington y Moscú, reflejadas en los cruces verbales entre el expresidente Donald Trump y Dmitry Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia.

Groenlandia, territorio autónomo del Reino de Dinamarca, ha despertado históricamente el interés de diversas potencias debido a su valor estratégico. En 2019, Trump incluso expresó públicamente su intención de adquirir la isla, bajo el argumento de proteger la seguridad nacional e internacional frente a la expansión de la presencia rusa y china en el Ártico.
La Base Espacial Pituffik, situada en el noroeste de Groenlandia, constituye un enclave clave para la defensa estadounidense. Allí opera el Radar de Alerta Temprana Mejorado (UEWR), fundamental para detectar y rastrear misiles balísticos intercontinentales y lanzamientos desde submarinos, integrando la red global de alerta temprana del Pentágono.

El E-6B Mercury, desplegado desde la Base Aérea Tinker en Oklahoma, es parte de la flota operada por los Escuadrones de Reconocimiento Aéreo de la Flota VQ-3 “Ironmen” y VQ-4 “Shadows”, con apoyo de los VQ-7 “Roughnecks”, bajo el Ala Uno de Comunicaciones Estratégicas. Se trata de la última variante producida a partir del fuselaje del Boeing 707, adaptado para misiones de comando y control estratégico.
Para sostener la operatividad de la flota, la Armada adjudicó a Northrop Grumman el Contrato Integrado de Modificación y Mantenimiento (IMMC), valuado en 111 millones de dólares y vigente hasta 2027. Este programa incluye la modernización Bloque II, que introduce seis mejoras orientadas a incrementar las capacidades de mando, control y comunicaciones, además de reducir el tiempo de intervención de casi dos años a apenas seis meses.
En paralelo, la Armada se prepara para iniciar el reemplazo progresivo de los Mercury con el E-130J Phoenix II. Oficialmente presentado en octubre de 2024, el Phoenix II asumirá la misión TACAMO (Take Charge and Move Out) a partir del año fiscal 2026. Aunque el E-6B continuará operativo hasta la década de 2030, la transición genera incertidumbre respecto al futuro de la misión Looking Glass, dado que el nuevo modelo estará enfocado exclusivamente en las comunicaciones con submarinos estratégicos y no contará con el sistema de control de lanzamiento aéreo.

Finalmente, el lunes, el E-6B desplegado en Pituffik fue detectado sobrevolando el Mar de Labrador, frente a la costa occidental de Groenlandia, en un vuelo que se extendió por varias horas. El investigador Hans Kristensen, director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos Americanos, calificó la operación como “inusual”.
Por su parte, la Armada estadounidense confirmó el jueves la presencia del puesto de mando aerotransportado en Groenlandia, calificando la misión como parte de “operaciones de rutina” y de un ciclo de entrenamientos que incluye ejercicios conjuntos con submarinos nucleares desplegados en los océanos Pacífico y Atlántico.
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