En un hecho sin precedentes por su magnitud en términos de cooperación militar bilateral, submarinos de propulsión diésel-eléctrica de ataque de las Armadas de China y Rusia llevaron a cabo su primera patrulla combinada en el aguas del Pacífico. La operaciones iniciaron durante el corriente mes de agosto, inmediatamente después de la finalización del ejercicio naval Joint Sea 2025 en el Mar de Japón, y constituyó la primera vez en que ambos países emplean medios submarinos para este tipo de despliegues. Hasta la fecha, las patrullas conjuntas iniciadas en 2021 se habían limitado exclusivamente al empleado de buques de superficie.
El patrullaje contó con la participación del submarino diésel-eléctrico RFS Volkhov (B-603) de la clase Kilo II de la Flota del Pacífico rusa y submarino de la Armada del EPL, sin determinar de que unida china se trato. Ambos recorrieron una ruta predeterminada que atravesó el Mar de Japón y el Mar de China Oriental. Cómo apoyo, la flotilla estuvo acompañada por la corbeta Gromky y el remolcador de rescate Foty Krylov, encargados de reforzar brindar tareas logísticas y búsqueda y rescate submarino en caso de requerirlo.
Este nuevo hito en la cooperación militar en China y Rusia representa un nuevo nivel de profundización materia de adiestramiento naval combinado. Previamente, ambas fuerzas navales habían practicado simulacros de rescate submarinos en el marco de sus ejercicios combinados, los cual sirvió cómo antecedente directo para esta primera experiencia operativa. Además, la inclusión de submarinos en misiones de patrulla consolida un grado superior de coordinación e interoperabilidad, apuntando a operaciones combinadas en escenarios más complejos y disputados.
En paralelo, la cooperación submarina se suma a la ya consolidada serie de patrullas realizada de forma sostenida con medios de superficie, las cuales celebraron durante este año su quinta edición. Dichos despliegues han tenido como objetivos fortalecer la cooperación naval, monitorear aéreas marítimas sensibles y proteger instalaciones económicas clave de ambas naciones en la región del Pacífico. Desde la Flota del Pacífico se precisó que, tras cumplir con las misiones asignadas, las tripulaciones regresaron a sus bases de siento, con el Volkhov completando más de 2.000 millas náuticas hasta la Base Naval de Vladivostok.
Por último, la primera integración registrada en patrullas por parte de submarinos de ataque en una operación combinada marca un salto cualitativo en la cooperación naval sino-rusa, ampliando tanto el alcance como la complejidad de sus maniobras. Más allá de la señal militar inmediata, este despliegue envía un mensaje geopolítico claro: ambas potencias buscan reforzar sus capacidades de disuasión combinada en un contexto de creciente competencia y puja con los Estados Unidos y sus aliados en la región del Indo-Pacífico.
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