Tras una extensa navegación desde la Base Naval Talcahuano, el submarino SS-20 Thomson de la Armada de Chile arribó a San Diego, Estados Unidos, con el objetivo de integrarse al Ejercicio Diesel Electric Submarine Initiative (DESI) 2025. Durante los próximos cinco meses, la unidad operará junto a la Tercera Flota de la US Navy en uno de los entrenamientos internacionales más relevantes en materia de guerra antisubmarina y cooperación naval.

El programa DESI representa una oportunidad de alto valor para la Armada de Chile, ya que contempla entrenamiento en escenarios complejos, que incluyen combate antisubmarino frente a unidades de superficie, submarinos nucleares y aeronaves especializadas en guerra ASW. Asimismo, las operaciones abarcan ejercicios de control del mar, maniobras combinadas y prácticas de rescate submarino bajo protocolos OTAN, fortaleciendo tanto la capacidad operativa como el entendimiento táctico con las fuerzas estadounidenses.

La partida del Thomson estuvo marcada por una ceremonia oficial en Talcahuano, encabezada por el Vicealmirante Raúl Zamorano, Jefe del Estado Mayor General de la Armada, y altos mandos de la Fuerza de Submarinos. En la ocasión, se destacó el profesionalismo de la dotación chilena y la importancia del despliegue para fortalecer la interoperabilidad con una marina de primer orden como la estadounidense. Bajo el mando del Capitán de Fragata Gonzalo Álvarez, la unidad cuenta con una tripulación de 45 marinos que completó un exigente proceso de preparación técnica y logística antes de zarpar.

Chile participa de manera ininterrumpida en el DESI desde 2006, consolidando casi dos décadas de experiencia conjunta con la Armada de Estados Unidos. Esta continuidad ha permitido que la Fuerza de Submarinos chilena se mantenga en un alto nivel de entrenamiento, proyectando presencia estratégica en el Pacífico y reforzando el rol de Chile como socio confiable en materia de seguridad marítima regional.

El Diesel Electric Submarine Initiative fue concebido por la Marina de EE.UU. para entrenar con submarinos convencionales, cuya baja firma acústica representa un desafío realista para sus sistemas antisubmarinos. En este contexto, la participación del Thomson no solo fortalece las capacidades tácticas de la Armada de Chile, sino que también aporta un valor estratégico al proyectar cooperación, confianza mutua y disuasión efectiva en un escenario marítimo cada vez más relevante.

*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-

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