El Rompehielos AGB-46 “Almirante Viel” se encuentra completando sus primeras jornadas de operaciones en la Antártida, en el marco de una comisión de tres semanas que combina pruebas de rompimiento de hielo, apoyo logístico a bases nacionales y extranjeras, y labores hidrográficas en sectores estratégicos del continente. Se trata del regreso de la Armada de Chile a las operaciones invernales tras ocho años de interrupción, desde que el antiguo rompehielos AP-46 “Óscar Viel” cumpliera su última campaña en 2017.
La unidad zarpó desde Punta Arenas el 19 de agosto, navegó por los canales fueguinos y cruzó el Mar de Drake el día 20, arribando a Isla Snow el 21 de agosto para iniciar tareas hidrográficas planificadas por la dotación y supervisadas por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).
El 23 de agosto recaló en Bahía Fildes para apoyar el abastecimiento de las bases allí emplazadas, aunque las condiciones meteorológicas adversas —con rachas de viento de hasta 40 nudos (80 km/h)— impidieron concretar el desembarco de carga. La operación pudo completarse al día siguiente, cuando se efectuó el apoyo logístico a operadores antárticos nacionales y extranjeros.
Como parte de los objetivos de la comisión, el 25 de agosto el “Almirante Viel” navegó hacia el sector sureste del Estrecho de Bransfield para realizar pruebas de rompimiento de hielo en escenarios invernales.
“Allí enfrentamos condiciones de hielo de diez octavos de concentración, con espesores estimados entre 60 cm y 1 metro, lo que permitió comprobar las capacidades del buque en escenarios exigentes y validar su desempeño en operaciones de invierno”, señaló el Comandante de la unidad, Capitán de Navío Juan Pablo Enríquez.
El oficial agregó que “estas experiencias nos permiten proyectar con mayor certeza las capacidades del rompehielos para apoyar las tareas logísticas y científicas que el país desarrolla en el Continente Antártico, particularmente en condiciones extremas”.
El comandante también destacó las características técnicas del buque: “El buque está diseñado para operar a temperaturas de hasta -30° gracias a su sistema de winterización. Eso nos permite realizar trabajos oceanográficos, microbiológicos y geofísicos en escenarios que exigen el máximo de nuestras capacidades”.
Refuerzo logístico
La operación incorpora como novedad a la barcaza “Growler”, adaptada en Talcahuano para apoyar en zonas costeras sin muelles. De bajo calado, permite trasladar personal, contenedores y carga a granel directamente desde el rompehielos hasta tierra, incluso en sectores de difícil acceso o condiciones de mar adversas.
Las operaciones se concentran en el Estrecho Nelson, Isla Snow y Bahía Fildes, con pruebas de hielo realizadas a unas 130 millas náuticas al norte.
El Contraalmirante Jorge Castillo, Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval, subrayó la relevancia de esta campaña:
“Desde 2017 que la Armada no realizaba operaciones invernales, cuando el antiguo rompehielos AP-46 ‘Óscar Viel’ cumplió su última comisión. Retomar estas misiones es muy significativo, porque cada vez que una unidad zarpa desde Punta Arenas hacia el sur ejercemos soberanía, apoyo científico y cooperación internacional en una región estratégica para Chile”.
Proyección de la misión
La operación invernal del “Almirante Viel” continuará en los próximos días con una escala en la Base Naval Antártica “Arturo Prat” para atender requerimientos logísticos. Posteriormente, la unidad retomará los levantamientos hidrográficos en la zona, contribuyendo a la seguridad de la navegación, al conocimiento científico y a la presencia nacional en el continente.
Con esta campaña, la Armada de Chile no solo valida las capacidades técnicas del rompehielos y de su tripulación en condiciones límite, sino que también refuerza la cooperación internacional y la soberanía efectiva en el Territorio Chileno Antártico.
*Imágenes obtenidas de la Armada de Chile.
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