Francia, a través de la empresa Safran, fue seleccionada por la India como socio principal para el codesarrollo de un motor turbofán de 110–120 kN junto con el Gas Turbine Research Establishment (GTRE), destinado a equipar al futuro caza furtivo de quinta generación Advanced Medium Combat Aircraft (AMCA). La elección se inclinó por Safran debido a su capacidad de cumplir con el cronograma del programa, ofreciendo un ciclo de desarrollo de diez años frente a los trece proyectados por Rolls-Royce.
Ambas compañías habían ofrecido compartir los derechos de propiedad intelectual del nuevo motor, pero la propuesta de Safran resultó más adecuada a los plazos establecidos por la Fuerza Aérea India (IAF por sus siglas en inglés), que busca iniciar la producción del AMCA MkII en 2035 y comenzar entregas a partir de 2037. Además, factores externos, como la posibilidad de presiones estadounidenses sobre Rolls-Royce en el marco de sanciones pasadas contra empresas británicas, también influyeron en la decisión.

El AMCA, diseñado para competir con aeronaves como el F-35 estadounidense y el J-20 chino, requerirá un motor avanzado con empuje vectorial, supercrucero y características optimizadas para baja observabilidad. El proyecto cuenta con una asignación presupuestaria de 61.000 crores de rupias, reflejando los altos costos del desarrollo tecnológico. La falta de experiencia local para producir un motor de quinta generación dentro de los plazos previstos llevó a India a recurrir a la cooperación internacional. El motor Kaveri, desarrollado por GTRE, alcanzó 49 kN en su versión derivada, por debajo de los 75–80 kN requeridos, lo que evidenció la necesidad de asociarse con un socio extranjero.
Safran propuso un ciclo de desarrollo de diez años, asegurando que el motor esté listo para entrar en producción hacia 2035. El motor entregará unos 75 kN de empuje en seco y entre 110–120 kN con postquemador, impulsando al AMCA MkII. En paralelo, el AMCA MkI utilizará inicialmente motores GE F414 (98 kN). La experiencia previa de Safran con motores como el M88, que equipa al Rafale, y su colaboración con India en programas como el del helicóptero Dhruv, reforzaron la confianza en su propuesta.

Por su parte, Rolls-Royce ofreció un paquete competitivo, incluyendo tecnologías no estadounidenses para evitar posibles sanciones. Sin embargo, su cronograma de trece años, con disponibilidad operativa recién en 2038, se consideró demasiado largo para los objetivos del programa. La dependencia de su cadena de suministro ante sanciones pasadas contra Reino Unido también generó dudas en Nueva Delhi.
En mayo de 2025, el ministro de Defensa, Rajnath Singh, había confirmado en redes sociales la aprobación para avanzar con la fabricación del prototipo del AMCA, destacando que: “en un esfuerzo significativo por mejorar las capacidades de defensa autóctonas de la India y fomentar un sólido ecosistema industrial aeroespacial nacional, Raksha Mantri Shri (…) ha aprobado el Modelo de Ejecución del Programa de Aviones de Combate Medianos Avanzados (AMCA).”

El desarrollo del AMCA comenzó en 2023, tras la aprobación de su diseño por el Comité de Seguridad del Gabinete, que fijó un cronograma con la construcción del primer prototipo en tres años y el inicio de pruebas de vuelo poco después. El coste proyectado asciende a 15.000 millones de rupias y contempla la construcción de cinco prototipos. Este proyecto busca dar continuidad a la experiencia adquirida con el caza LCA Tejas, desarrollado por Hindustan Aeronautics Limited (HAL).
*Imágenes a modo ilustrativo.
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