En el marco del Programa de Asistencia y Entrenamiento en Seguridad de la OTAN para Ucrania (NSATU, por sus siglas en inglés), el Ministerio de Defensa de los Países Bajos confirmó el despliegue de dos sistemas antiaéreos Patriot y un sistema NASAMS en Polonia, con el objetivo de reforzar la protección de un centro de entrenamiento para tropas ucranianas. Estas capacidades se sumarán a la contribución de cazas furtivos F-35A neerlandeses, actualmente destacados en la región, en tareas de vigilancia y protección del espacio aéreo.

El NSATU funciona como un comando de la OTAN encargado de coordinar el suministro de equipamiento militar y programas de instrucción a Ucrania, tanto por parte de los países miembros como de socios de la Alianza. Su objetivo principal es consolidar la ayuda internacional dentro de un marco estructurado que garantice un apoyo reforzado, previsible y coherente en el largo plazo.

Con sede en Wiesbaden, Alemania, el NSATU dispone de varios centros logísticos en la zona oriental de la OTAN. Reporta directamente al Comandante Supremo Aliado en Europa (SACEUR) y está integrado por unos 300 efectivos de países miembros y asociados, incluida Ucrania. En la práctica, se ha convertido en un nodo vital para Kiev, al coordinar la entrega de sistemas de armas occidentales y supervisar el entrenamiento de sus fuerzas armadas.

El reciente anuncio se enmarca en la creciente cooperación entre Varsovia y La Haya. En julio de 2025, ambos países firmaron un memorándum para fortalecer su asociación en materia de defensa, lo que ya había derivado en el despliegue de cuatro cazas F-35 neerlandeses en territorio aliado.

Estos aparatos fueron enviados a petición del Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa (SHAPE) y cumplen misiones de policía aérea de la OTAN, operando junto a un destacamento noruego de F-35. Su participación forma parte de la “alerta de reacción rápida”, por el cual aeronaves aliadas permanecen en estado de alerta permanente para interceptar potenciales intrusiones en el espacio aéreo de la Alianza.

El Ministerio de Defensa neerlandés detalló que, además de los sistemas Patriot y NASAMS, también se desplegarán capacidades antidrones. En conjunto, estas plataformas conformarán una unidad integrada de defensa aérea multinivel, capaz de contrarrestar amenazas de misiles balísticos, misiles de crucero, aeronaves tripuladas, helicópteros y sistemas aéreos no tripulados.

El despliegue entrará en vigor el 1 de diciembre de 2025 y se mantendrá operativo hasta junio de 2026, contando con la participación de 300 militares neerlandeses. Además de resguardar las instalaciones de entrenamiento, la misión también busca proteger un centro logístico de la OTAN empleado para canalizar asistencia militar hacia Ucrania.

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