En vista del creciente deterioro de las relaciones bilaterales entre Brasil y Estados Unidos, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USMC) canceló su participación en actividades militares conjuntas, marcando un hito negativo en la cooperación en materia de defensa entre las fuerzas armadas de ambos países. La decisión incluye la ausencia en la Operación “Formosa“, uno de los principales ejercicios de la Marina de Brasil. Esta cancelación se produce en plena crisis diplomática entre el gobierno de Donald Trumpo y Lula Da Silva, reforzando la percepción de un distanciamiento entre ambas administraciones en un ámbito de histórica cooperación y nutrida colaboración.

La Operación Formosa, uno de los ejercicios militares más relevantes de Brasil, y que se realiza desde 1988 en el estado de Goiás, se vio directamente afectada por esta situación. Por primera vez en años, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos no estará presente. A la ausencia norteamericana se suma la de China, que en 2024 había participado de manera conjunta, configurando un hecho diplomático poco habitual.

Fuentes vinculadas a la organización de la Operación Formosa señalaron que el clima político influyó de manera decisiva. Desde sectores del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva se consideraba inoportuna la presencia de fuerzas estadounidenses en un contexto marcado por sanciones impuestas contra autoridades brasileñas, entre ellas el ministro del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes,y por la aplicación de tarifas de hasta un 50% sobre productos nacionales.

La tensión se profundizó con declaraciones del presidente Donald Trump, quien acusó públicamente al Poder Judicial brasileño de perseguir a Jair Bolsonaro, actualmente procesado por intento de golpe de Estado. Como represalia, EE.UU. revocó visas a magistrados, suspendió beneficios al programa Mais Médicos e impuso sanciones bajo la Ley Magnitsky. Estas medidas llevaron al congelamiento de los canales de diálogo diplomático, situación reconocida por el propio presidente Lula.

En este escenario, la Marina de Brasil anunció la cancelación oficial de la Operación Formosa 2025, alegando restricciones presupuestarias y la necesidad de priorizar la Operación Atlas – Armas Combinadas, que involucra al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. El Ministerio de Defensa también ordenó destinar recursos hacia la COP-30, programada en noviembre en Belém do Pará. No obstante, fuentes militares admitieron que la tensión con Estados Unidos fue un factor clave en la decisión, junto con la falta de financiamiento.

La cancelación supone un revés significativo, dado que la Operación Formosa incluía la movilización de 2.000 efectivos, incluyendo 1.600 fusileros navales, alrededor de 60 vehículos blindados y sistemas de artillería como los lanzacohetes ASTROS II. El despliegue representa un desafío logístico de gran magnitud, con recorridos de más de 1.500 kilómetros desde Río de Janeiro y otras regiones hacia el centro del país. La ausencia de Estados Unidos, sumada al impacto de la crisis diplomática, deja en suspenso el futuro de la cooperación militar internacional de Brasil.

*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-

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