Durante el curso del día de ayer, el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) dio a conocer que cazas F-16 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) rastrearon e interceptaron a un avión de inteligencia de señales (SIGINT) ruso IL-20 Coot-A en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) del estado de Alaska, impidiendo que la aeronave ingrese a espacio aéreo estadounidense y/o canadiense. La novedad en cuestión se produce a pocos días de la visita del presidente Vladimir Putin a dicho territorio para reunirse con su homólogo Donald Trump a fines de debatir un posible cierre a la guerra en Ucrania, y además, en momentos donde las Fuerzas Armadas de EE.UU. realizan el ejercicio Northern Edge 2025 en la región.
Ampliando en detalles, el comunicado oficial del NORAD manifestó que la aeronave rusa IL-20, especializada en la recolección de información de señales electrónicas y de comunicaciones, se mantuvo en todo momento dentro del espacio aéreo internacional, agregando que se trata de eventos que ocurren con frecuencia y que no suelen considerarse una amenaza real. No obstante, se decidió desplegar a un grupo de dos cazas F-16 y a un avión cisterna del tipo KC-135 para llevar a cabo el rastreo y monitoreo de las actividades de dicha plataforma mientras se mantenía en la ADIZ de Alaska.

Cabe recordar en este punto que una ADIZ no constituye como tal una parte del espacio aéreo soberano de un país, sino que hace referencia a un tramo definido que comienza donde justamente termina dicha franja soberana y se extiende sobre espacio aéreo internacional, establecida como una zona en la que se requiere la rápida identificación de las aeronaves entrantes como parte de los protocolos de seguridad establecidos. En este caso en particular, podemos mencionar que los EE.UU. la mantienen cubierta con una amplia red compuesta por satélites, radares terrestres y aéreos, y por supuesto, aeronaves de combate de diverso tipo listas para llevar a cabo maniobras de intercepción.
A modo de antecedente reciente al respecto, podemos remitirnos al mes de julio, cuando una patrulla liderada por un bombardero de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas del tipo Tu-95MS fue detectada en la ADIZ de Alaska; siendo dicha aeronave escoltada en partes de su vuelo por Sukhoi Su-30SM y Su-35S. Como respuesta ante ello la Fuerza Aérea de EE.UU. envió a sus cazas F-16 y F-35A para interceptarlos, destacándose en aquel entonces que los primeros pertenecían al 18th FIS (Fighter Interceptor Squadron), mismos que operaron como parte de los llamados “escuadrones agresores” que participan de los entrenamientos de pilotos en maniobras de combate aéreo.

Finalmente, retomando lo mencionado inicialmente sobre los ejercicios Northern Edge 2025, ha de mencionarse que se trata de actividades de importante escala en las que participan elementos de EE.UU. y de Canadá. En números concretos, esto implica la presencia de mas de 6.000 efectivos, 100 aeronaves de combate, e incluso, el portaviones nuclear USS Abraham Lincoln (CVN 72) junto a su escolta de destructores Arleigh Burke compuesta por los USS O’Kane (DDG 77), USS Michael Murphy (DDG 112) y USS Frank E. Petersen Jr. (DDG 121). Además, se observó la presencia de los cazas furtivos F-22 en imágenes publicadas por fuentes oficiales, como así también a la fragata HCMS Regina (FFH 334) y un Airbus CC-150 Polaris canadiense.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo.
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