Hacia finales del mes pasado, la Armada de EE.UU. publicado nuevas imágenes que muestran a uno de sus destructores Arleigh Burke equipado con el nuevo sistema anti-drones Coyote, tratándose específicamente del buque USS Bainbridge. La novedad en cuestión representa un importante paso para la renovación de las defensas aéreas de las naves de superficie estadounidenses, lo cuál va en línea con los planes de la institución para poder avanzar en el equipamiento de los buques escolta del Grupo de Ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford con los mencionados sistemas y los Roadrunner-M, eficientizando así los costos operativos en relación al uso de los sistemas de defensa actuales.
Profundizando en algunos aspectos de las imágenes publicadas por la Armada de EE.UU., podemos mencionar que la nave se encontraba navegando sobre aguas del Mar Jónico, el cuál separa geográficamente a Italia y Grecia. Además, es conocido que el Bainbridge forma parte junto a otros dos destructores de su misma clase de la escolta del antes mencionado portaaviones, siendo los otros dos restantes el USS Mitscher y el USS Winston S. Churchill; este último lidera al grupo en términos de defensa aérea. Cabe destacar en ese sentido, que la labor de los Arleigh Burke en dicho aspecto ha tomado cada vez mayor preponderancia, en tanto toman la posta de los viejos cruceros clase Ticonderoga que están en proceso de ser retirados.
En relación con el sistema Coyote en particular, podemos observar que el interceptor fue instalado en la estructura de popa del destructor, esto de su lado de babor; situado en una posición cercana al sistema trasero de lanzadores verticales Mk 41. En imágenes publicadas por la Armada de EE.UU. anteriormente, un sistema similar fue también visto a bordo del propio USS Winston S. Churchill, aunque no ha sido el caso del USS Mitscher. Acorde a los análisis de medios especializados estadounidenses, ello podría llegar a deberse a que los dos primeros pertenecen a la variante Flight IIA de la clase Arleigh Burke, mientras que el restante es de la variante Flight I mas anticuada.
Por otra parte, pasando revista sobre lo que se conoce respecto del sistema recientemente instalado, podemos mencionar que se trata de interceptores a reacción, con un funcionamiento similar al de una munición merodeadora. En ese sentido, se describe que el mismo es dirigido hacia un área dónde se encuentran sus objetivos para comenzar a rastrearlos, y una vez identificados, sus sensores toman el control para guiarlo contra el blanco y así neutralizarlo. Además, es para destacar que cada uno cuenta con la posibilidad de ser reprogramado en tiempo real para cambiar sus tareas en medio del combate, lo que brinda mayor flexibilidad a la tripulación para abordar las amenazas enemigas.
En suma, tal y como fue mencionado en líneas iniciales, el sistema Coyote se constituye como una alternativa que permite reducir los costes asociados al uso de sistemas de defensa aérea en buques. Llevado a números concretos, un interceptor de este tipo tendría un coste que gira en torno a los 100 mil dólares, mientras que por ejemplo, un misil del tipo ESSM asciende a un monto cercano a 1.65 millones de dólares. Por su lado, un misil del tipo SM-2 Block IIIC lleva dicho número a los 2 millones de dólares por unidad, dejando mas que clara la diferencia en términos presupuestarios que implica compararlos con los nuevos Coyote.
Finalmente, resulta de utilidad resaltar que el sistema Coyote también cuenta con variantes terrestres, tanto móviles como fijas. El Ejército de EE.UU. ya ha logrado comenzar integrarlas a su arsenal como parte del llamado Low, Slow, Unmanned Aircraft Integrated Defeat System (LIDS), incluso concretando despliegues en Europa, África y Medio Oriente. Por su parte, la Fuerza Aérea estadounidense también reveló a través de material multimedia que se ha convertido en usuario del armamento, específicamente de su variante terrestre fija.
*Imagen de portada: suboficial de segunda clase Jacob Mattingly
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