En el marco de la Operación Highmast y como parte del despliegue del Carrier Strike Group 25 (CSG25) en la región Indo-Pacífico, se produjo un hecho histórico en la relación bilateral entre Japón y el Reino Unido: por primera vez, cazas furtivos F-35B británicos aterrizaron en el portahelicópteros japonés JS Kaga (DDH-184) durante maniobras navales conjuntas en aguas del mar de Filipinas. Esta operación, que también contó con la participación de aviones F-35B del Cuerpo de Marines de los EE.UU. (USMC), representa un avance significativo en las capacidades de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón.
El aterrizaje se produjo en aguas del mar de Filipinas, donde el portaaviones HMS Prince of Wales y el JS Kaga ejecutaron operaciones de cubierta cruzada con cazas F-35B británicos y estadounidenses. Aunque aeronaves del Cuerpo de Marines de Estados Unidos ya habían operado desde el Kaga durante pruebas previas, es la primera vez que un F-35B británico realiza esta maniobra, subrayando el grado de coordinación alcanzado entre ambas armadas.

Las maniobras forman parte de una serie de ejercicios combinados aéreo-navales que incluyen la participación del escuadrón VMFA-242 “Bats” del Cuerpo de Marines de los EE.UU. Durante esta fase del despliegue, los cazas STOVL (de despegue corto y aterrizaje vertical, por sus siglas en inglés) de la Royal Air Force —Escuadrón 617 “Dambusters”— y de la Royal Navy —Escuadrón Aeronaval 809— demostraron su capacidad para operar coordinadamente desde plataformas navales de distintos países aliados.
La cooperación para este ejercicio tiene antecedentes recientes. En noviembre de 2023, oficiales de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón (JMSDF) visitaron el HMS Prince of Wales para estudiar de primera mano las operaciones con F-35B. Posteriormente, en agosto de 2024, una delegación japonesa inspeccionó el portaaviones italiano ITS Cavour durante su escala en la base naval de Yokosuka, profundizando la cooperación trilateral entre Italia, Reino Unido y Japón, países que emplearán tanto la variante F-35A como la F-35B, además de colaborar en el programa GCAP.

Japón, que en 2018 decidió la adquisición de 42 F-35B, recibió recientemente sus primeras unidades. La incorporación de estos cazas busca dotar de capacidad de proyección de poder a los portahelicópteros de la clase Izumo, actualmente en trabajos de conversión para operar aeronaves de despegue y aterrizaje vertical. El JS Izumo prevé iniciar operaciones con el F-35B en 2027, seguido por el JS Kaga en 2028, que pasarán a operar como portaviones ligeros.
Las modificaciones a ambos buques incluyen un nuevo diseño angular de la cubierta de vuelo, refuerzos y sistemas adaptados para mitigar las temperaturas generadas por los motores de los F-35B. En pruebas previas, Japón ya había permitido operaciones con F-35B extranjeros sobre el Izumo en 2021 y sobre el Kaga en fechas recientes, siempre con pilotos no japoneses.
*Créditos de imagen de portada: Carrier Strike Group de la Armada del Reino Unido.-
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