El 1º Escuadrón de Aviones de Interceptación y Ataque (VF-1) de la Marina de Brasil llevó a cabo recientemente una serie de ejercicios destinados a entrenar la interceptación y neutralización de drones Banshee en un entorno de guerra naval. Las prácticas tuvieron lugar en la Base Aérea Naval de São Pedro da Aldeia, en el estado de Río de Janeiro, y contaron con la participación de cazas AF-1 Skyhawk.
El objetivo del entrenamiento fue preparar al personal y a los sistemas de armas para enfrentar amenazas generadas por vehículos remotamente operados, una presencia cada vez más común en escenarios operacionales, tanto en superficie como en el espacio aéreo. La dificultad en su detección e identificación, producto de su reducido tamaño y velocidad limitada, representa un desafío operativo.

Durante los ejercicios, los pilotos del VF-1 operaron aeronaves AF-1 modernizadas por la empresa Embraer. Las mejoras incluyeron la incorporación de cabinas digitales, sistemas de visualización head-up display, nuevos sistemas de misión y armamento, y un radar ELTA Systems EL/M-2032. Estas capacidades fueron esenciales para las maniobras de interceptación y adquisición de blancos.
Las prácticas se centraron en la detección, el seguimiento y el ataque a blancos aéreos representados por drones Banshee, fabricados por la empresa británica QinetiQ. Este modelo, el Banshee Whirlwind, cuenta con un motor rotativo de 40 caballos de empuje estático, lo que le permite vuelos prolongados en distintos escenarios climáticos. Sus características técnicas incluyen control digital, piloto automático, sistema de navegación GPS y telemetría digital. Puede ser operado de manera autónoma, y hasta cuatro unidades pueden ser controladas simultáneamente desde una única estación en tierra.

Uno de los principales retos consistió en adquirir visualmente al blanco y ejecutar el disparo con el cañón de 20 mm del AF-1, ya que las dimensiones del Banshee (2,84 m de largo, 2,49 m de envergadura y 0,86 m de alto) dificultaban su localización, incluso a distancias cortas.
Durante el entrenamiento se definieron los perfiles de vuelo más adecuados para este tipo de operaciones, así como los armamentos óptimos para su ejecución.
Este ejercicio se suma a otras actividades recientes realizadas por el escuadrón VF-1. En junio de este año, los cazas AF-1 participaron en entrenamientos de tiro en la región de Río Grande del Norte, en los que también se evaluaron tácticas de ataque aire-superficie.
*Imágenes a modo ilustrativo.
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