El gobierno de Portugal anunció oficialmente su decisión de participar como observador en uno de los dos programas europeos destinados al desarrollo de cazas de sexta generación. Esta iniciativa se enmarca en los planes de modernización de la Fuerza Aérea Portuguesa (FAP), que proyecta sustituir su actual flota de cazas F-16M Fighting Falcon.

El ministro de Defensa, João Nuno Lacerda Teixeira de Melo, afirmó que la participación en calidad de observador no implicará ningún gasto para el país. “No gastaremos un solo euro para participar como observadores en uno de los proyectos de desarrollo de cazas de sexta generación”, aseguró el funcionario. En esa condición, Portugal tendrá acceso a los avances técnicos y doctrinales de forma temprana, sin comprometer recursos financieros ni aportes industriales.

Actualmente, Europa impulsa dos programas paralelos para el desarrollo de capacidades aéreas avanzadas:

  • El Future Combat Air System (FCAS), liderado por Francia, Alemania y España, con la participación de empresas como Dassault Aviation, Airbus e Indra. Este sistema contempla un caza tripulado, vehículos aéreos no tripulados (drones) y una nube digital de combate. Se prevé su entrada en servicio hacia 2040.
  • El Global Combat Air Programme (GCAP), encabezado por el Reino Unido, Italia y Japón, integra los esfuerzos del programa Tempest británico y el F-X japonés. Entre los principales contratistas figuran BAE Systems, Leonardo, Mitsubishi Heavy Industries, Rolls-Royce y MBDA. El GCAP apunta a alcanzar su operatividad en 2035.
Imagen ilustrativa del próximo caza de sexta generación GCAP

Si bien aún no se ha confirmado cuál de los dos proyectos será finalmente seleccionado por Portugal, fuentes de defensa indican una inclinación hacia el GCAP, en virtud de los vínculos industriales ya existentes con el Reino Unido e Italia.

La decisión de incorporarse como observador en uno de estos programas surge en un contexto de revisión de la estrategia aérea nacional. La FAP ha iniciado un proceso de actualización de su flota de F-16M bajo el estándar S3.25, y prevé la adquisición de una plataforma de quinta generación como parte del Plan de Transformación del Poder Aéreo 2024–2030, también conocido como Força Aérea 5.3.

En esa línea, la posibilidad de incorporar el caza estadounidense F-35A Lightning II había sido considerada por las autoridades lusas. No obstante, recientes declaraciones del ministro Melo sugieren que esa opción estaría siendo reevaluada. En una entrevista concedida al medio local Público, el funcionario planteó dudas respecto a la previsibilidad de la política exterior de Estados Unidos, en particular su compromiso con la defensa europea en el marco de la OTAN.

Imagen ilustrativa del FCAS

Según el ministro, el actual entorno geopolítico podría generar obstáculos a futuro en relación con la compra de actualizaciones, repuestos y servicios necesarios para el mantenimiento del F-35, debido al control que mantiene Washington sobre esos procesos. La administración estadounidense ha expresado, en diversas oportunidades, su intención de reducir los gastos vinculados a la defensa europea, promoviendo una mayor inversión por parte de sus aliados del continente.

Como conclusión, se puede interpretar que la potencial participación de Portugal como observador en los programas europeos, no implica por el momento una decisión definitiva sobre su futuro caza de combate, pero posiciona al país en una etapa temprana del desarrollo de estas plataformas, con vistas a asegurar capacidades estratégicas de largo plazo.

*Imágenes a modo ilustrativo.

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