Como parte de sus esfuerzos para fortalecer la seguridad en operaciones de frontera, el Ejército Brasileño recibió nuevos sistemas antidrones SC-J2000M de origen chino. La entrega de los nuevos dispositivos tuvo lugar entre los días 16 y 18 de junio en el Fuerte Marechal Rondon, en Brasilia, en el marco de un proceso que incluyó también la capacitación operativa del personal. Esta adquisición responde a la necesidad de reforzar la protección de tropas e instalaciones ante amenazas aéreas a muy baja altura, especialmente aquellas derivadas del uso indebido de drones en actividades ilícitas o de espionaje.
La incorporación de los SC-J2000M busca mejorar la capacidad de respuesta frente a amenazas asociadas al empleo de sistemas aéreos no tripulados. Estas amenazas van desde operaciones de contrabando y vigilancia no autorizada hasta posibles sobrevuelos no autorizados en zonas militares estratégicas. En este contexto, los nuevos sistemas antidrones representan un avance significativo para el Ejército, al dotarlo de medios tecnológicos modernos que permiten hacer frente a un espectro cada vez más amplio de situaciones operativas.
El SC-J2000M es un sistema portátil de interferencia electromagnética que destaca por su diseño compacto, ligereza y facilidad de transporte. Dotado de un control direccional definido por software, puede actuar en múltiples bandas de frecuencia programables. Esta flexibilidad le permite adaptarse de forma dinámica a distintos tipos de amenazas, incluso frente a drones no convencionales o de fabricación no estandarizada. En lugar de destruir el aparato, el dispositivo interrumpe la comunicación entre el dron y su operador, forzando su aterrizaje o retorno al punto de origen.
Durante las jornadas de capacitación, se realizaron simulaciones prácticas con la participación de efectivos del 1º Batallón de Guerra Electrónica. Las pruebas incluyeron la utilización de drones comerciales y modelos artesanales, permitiendo comprobar la eficacia y adaptabilidad del sistema en diferentes escenarios. Las actividades fueron supervisadas por un ingeniero de la Organización Brasileña para el Desarrollo Científico y Tecnológico del Control del Espacio Aéreo, así como por representantes de la empresa proveedora del sistema.
La entrega de estos inhibidores se enmarca dentro del Sistema Integrado de Monitoreo de Fronteras (SISFRON). Estas iniciativas apuntan a dotar a las fuerzas terrestres brasileñas de capacidades tecnológicas avanzadas, alineadas con las demandas del entorno operativo contemporáneo, donde la superioridad en guerra electrónica se ha vuelto cada vez más determinante.
*Créditos de las imágenes: Ejército Brasileño.-
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