Reforzando su vínculo en el ámbito de la defensa, China y Serbia llevaron a cabo por primera vez un ejercicio combinado de fuerzas de operaciones especiales, denominado “Peace Guardian 2025”, en la provincia china de Hebei. Aunque los detalles oficiales han sido limitados, este entrenamiento forma parte de una estrategia más amplia entre ambos países, que incluye transferencia de tecnología militar, entrenamiento conjunto y adquisición de armamento avanzado.
La cooperación militar entre Pekín y Belgrado tiene raíces históricas, pero ha experimentado un notable impulso en la última década, especialmente en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas en los Balcanes y el acercamiento de Serbia a actores alineados fuera de la órbita occidental.
Bajo este marco, el ejercicio se desarrolló entre el 19 y el 28 de julio, ofreciendo a ambas fuerzas armadas una oportunidad para intercambiar experiencias, contrastar doctrinas y perfeccionar sus habilidades en la aplicación de tácticas avanzadas. Los equipos combinados llevaron a cabo misiones en entornos urbanos y rurales, con un énfasis especial en el empleo de drones para operaciones de fuerzas especiales. Las maniobras incluyeron entrenamiento en combate táctico, operaciones alpinas y empleo de armamento ligero, consolidando la interoperabilidad entre las unidades.
Este entrenamiento, el primero de su tipo entre ambos ejércitos, fue calificado como un éxito por las autoridades serbias. “El ejercicio Peace Guardian 2025 permitió a nuestras fuerzas intercambiar conocimientos y elevar su preparación en tácticas y procedimientos operativos. Las tropas chinas demostraron un nivel excepcional de profesionalismo, actuando como anfitriones destacados para nuestros efectivos”, destacó el Ministerio de Defensa de Serbia en un comunicado.
Con este paso, China y Serbia refuerzan una colaboración que trasciende lo simbólico, avanzando hacia una asociación militar con implicaciones estratégicas tanto para los Balcanes como para el escenario global.
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