Con la violencia desatada en la frontera y sin señales de distensión, la Real Fuerza Aérea de Tailandia (RTAF) desplegó recientemente cazas F-16 Fighting Falcon y JAS 39 Gripen para ejecutar nuevos ataques de precisión contra objetivos militares en territorio camboyano, constituyendo un nuevo episodio dentro del agravado conflicto bilateral.

La última serie de operaciones se produce tras los enfrentamientos de la semana pasada, que incluyeron el intercambio de artillerías y múltiples provocaciones militares entres ambas naciones. En ese marco, la RTAF, desplegó seis cazas F-16 para bombardear posiciones militares camboyanas, marcando un punto de inflexión al ser la primera vez en más de una década que se empleaban aeronaves de combate en acciones directas. Este empleo de poder por parte de Tailandia evidenció no solo su superioridad tecnológica, sino también su disposición a intensificar las medidas militares frente al deterioro de las relaciones bilaterales.

Como consecuencia de la continuidad del conflicto, la Fuerza Aérea tailandesa lanzó en las últimas horas un nueva ofensiva aérea, compuesta por cuatro cazas -dos F-16 y dos Gripen- dirigidos a blancos específicos en dos ubicaciones estratégicas. El primero de ellos, registrado el 26 de julio sobre la localidad de Phu Ma Kua tras recibir informes de inteligencia, contó con la participación de dos aeronaves de origen estadounidense y dos de fabricación sueca. Mientras que el segundo ataque tuvo como objetivo el templo Ta Muen Thom, donde las fuerzas camboyanas habían emplazado armas de fuego indirecto. Según lo informado oficialmente, ambos ataques se completaron con éxito, neutralizando las posiciones enemigas sin registrar pérdidas en las aeronaves participantes.

En este punto cabe mencionar que la fuerza tailandesa cuenta con una flota aérea numerosa y diversa, orientada a sostener la superioridad aérea en escenarios regionales. Actualmente, opera no solo los cazas F-16A/B Fighting Falcon, aeronaves que han sido modernizadas en parte de su flota y que forman el núcleo de su poder de combate, sino que también cuenta con Northrop F-5E/F Tiger II de origen estadounidense, y Saab JAS 39 Gripen C/D, adquiridos en la última década.

El debut de los cazas Gripen

Este nuevo despliegue puso de relieve las capacidades operativas de la RTAF y, en particular, marcó el debut en combate de los cazas Gripen tailandeses, integrados con eficacia junto a los F-16 Fighting Falcon. Ha de mencionar que a su vez los JAS 39 Gripen de Tailandia – destinados en el Ala 7 en Surat Thani- forman parte de un sistema aéreo de defensa avanzado, complementado con aeronaves Saab 340 AEW&C equipadas con radares Erieye, que permiten tareas de alerta temprana y comando aéreo.

Los Gripen están configurados para portar misiles aire-aire IRIS-T y AIM-120, misiles antibuque RBS-15 y municiones guiadas de precisión, consolidando una capacidad flexible y moderna. Aunque no se especificó qué armamento se utilizó en el último ataque, imágenes de fuentes OSINT correspondientes a la primera operación mostraron F-16 armados con bombas Mark 82 de 500 libras, equipadas con kits de guía Lizard III.

Por último, en términos estratégicos, estas operaciones aéreas representan una contundente muestra de fuerza por parte de Tailandia y su capacidad de proyectar poder aérea con rapidez y precisión en escenarios hostiles. También subrayan la creciente relevancia del componente aéreo en un conflicto fronterizo que amenaza con extenderse, en un contexto regional donde la estabilidad sigue siendo frágil. Hasta la fecha el intercambio entre ambas partes ha dejado más de una decena de fallidos, entre destrucción de infraestructura civil y militar.

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