El gobierno de los Estados Unidos ha autorizado la posible venta de nuevos sistemas antiaéreos NASAMS para equipar a las Fuerzas Armadas de Egipto. Así se desprende de una notificación emitida por el Departamento de Estado al Congreso estadounidense, a fin de aprobar la operación, valuada en 4.670 millones de dólares, a través del Programa FMS (Foreign Military Sales).
Actualmente, las capacidades de defensa aérea basadas en plataformas terrestres —tanto fijas como móviles— de las Fuerzas Armadas de Egipto se componen de una nutrida variedad de sistemas de origen soviético/ruso. No obstante, en los últimos años se ha incorporado un importante número de sistemas de origen estadounidense, los cuales se encuentran distribuidos entre el Ejército y las Fuerzas de Defensa Aérea egipcias.
Según lo publicado por la Agencia de Cooperación en Defensa y Seguridad (DSCA), El Cairo solicitó al gobierno de los Estados Unidos la adquisición de nuevos sistemas de defensa aérea NASAMS para reforzar sus capacidades antiaéreas.
Dentro del paquete autorizado, valuado en 4.670 millones de dólares y teniendo como principal proveedor a RTX Corporation, se destacan, además de los sistemas de radar AN/MPQ‑64F1 Sentinel, los sistemas de lanzamiento, control de tiro y centros de información y comando. También figura la posible venta de un importante lote de misiles destinados a equipar los lanzadores NASAMS.
En detalle, según la notificación oficial, el paquete incluye:
- Cien (100) misiles AMRAAM-ER
- Cien (100) misiles AIM-120C-8
- Ciento cincuenta (150) misiles AIM-9X Sidewinder Block II
Asimismo, se contempla la provisión de misiles de entrenamiento, secciones de guía, piezas y componentes de repuesto para los modelos mencionados.
Desde el Departamento de Estado han señalado que la autorización emitida a favor de Egipto se alinea con los objetivos de política exterior y de seguridad nacional de los Estados Unidos, al reforzar la seguridad de un aliado clave en el Medio Oriente no miembro de la OTAN, considerado un factor de estabilidad política y progreso económico en la región.
Si bien el objetivo principal de la operación es equipar a los sistemas NASAMS, no debe pasarse por alto que esta es la primera vez que Estados Unidos autoriza la venta de misiles de medio y largo alcance de la familia AMRAAM a Egipto.
Una posibilidad para fortalecer a la flota de F-16 de la Fuerza Aérea de Egipto:
Este hecho no es menor, ya que podría abrir la puerta a que los cazas F-16 de la Fuerza Aérea Egipcia —que hasta ahora han dependido de misiles aire-aire más antiguos— puedan ser finalmente equipados con misiles BVR (Beyond Visual Range) más modernos, autorizados para su exportación a aliados y socios estratégicos de Washington.
A diferencia de otros operadores y aliados regionales, los F-16 egipcios han estado limitados durante décadas al uso de misiles de menor capacidad, como los AIM-7 Sparrow y variantes M/L del AIM-9 Sidewinder, lo que representa una clara desventaja operativa frente a otros países de la región.
Si bien aún es una posibilidad, esta nueva decisión del Departamento de Estado podría allanar el camino para una revitalización de la flota egipcia de más de doscientos F-16C/D adquiridos en la década de 1980. A su vez, constituye un intento por evitar que armamento de origen chino gane espacio dentro de las Fuerzas Armadas egipcias. Este punto cobra relevancia considerando los rumores que circularon meses atrás sobre una posible compra de cazas J-10CE para reemplazar a los Viper, hecho que fue desmentido categóricamente por El Cairo.
También debe mencionarse que otras negociaciones fueron descartadas por Egipto en el pasado reciente, como la fallida compra de cazas Su-35S a Rusia, cancelada ante el riesgo de severas sanciones por parte del gobierno estadounidense.
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