Un nuevo contingente del Ejército de Chile se encuentra en la etapa final de preparación para integrarse, a fines de agosto, a la misión de paz de Naciones Unidas en la isla de Chipre (UNFICYP), reafirmando la participación activa y sostenida del país en los esfuerzos internacionales por la estabilidad y la seguridad global.
La dotación chilena estará compuesta por un oficial y cinco suboficiales, quienes cumplirán funciones como observadores militares en el sector liderado por Argentina, junto a efectivos de Brasil, Paraguay, Austria, Hungría, Reino Unido, Mongolia, Pakistán, Rusia y Serbia. Durante siete meses, los uniformados chilenos realizarán patrullajes diurnos y nocturnos, verificarán movimientos militares, escoltarán convoyes humanitarios y prestarán apoyo a la población civil en el área de responsabilidad asignada.
Antes del despliegue, los seis seleccionados completaron un riguroso proceso de formación en el Centro de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CECOPAC), con una carga de 124 horas pedagógicas que incluyó instrucción teórica basada en el “Core Pre-deployment Training Material” (CPTM) de la ONU y una fase práctica en el campo de entrenamiento del Fuerte “Félix Aguayo”, de la Infantería de Marina, en Concón. Allí, los militares enfrentaron ejercicios realistas centrados en toma de decisiones, liderazgo y trabajo colaborativo en escenarios complejos, simulando las dinámicas propias de la misión.
De los ocho integrantes que completaron el curso, seis fueron elegidos para el despliegue, mientras que los dos restantes permanecerán en calidad de reserva operativa.
Para el Teniente Isaías Montecinos M., proveniente de la Batería de Artillería N°2 “Arica” del Destacamento de Montaña N°3 “Yungay”, esta misión representa un desafío profesional de alto nivel:
“Poder interactuar con cascos azules de distintos países implica un gran aprendizaje profesional y personal. Esta experiencia nos exige actuar con el más alto nivel de preparación y compromiso para proyectar la imagen que Chile y su Ejército han construido internacionalmente”.
En la misma línea, el Cabo 1° Diego Horstmeier G., perteneciente a la Comandancia en Jefe del Ejército, subrayó el carácter integral de estas operaciones:
“Estas misiones no solo tienen relevancia operativa, sino que también reflejan el compromiso de Chile con la paz y la cooperación global. Es una instancia de crecimiento, que nos permite aportar a una causa mayor”.
Chile forma parte de la Misión de las Naciones Unidas en Chipre desde el año 2001, siendo reconocido como un actor confiable en los escenarios multinacionales de mantenimiento de la paz. Su participación constante no solo ha contribuido a la estabilidad en una de las zonas más delicadas del Mediterráneo oriental, sino que también ha fortalecido las capacidades individuales y colectivas de sus efectivos, fomentando la interoperabilidad y el trabajo conjunto con otras fuerzas armadas del mundo.
Con esta nueva rotación, el Ejército reafirma su compromiso con el multilateralismo y con los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, en una misión que exige preparación, madurez táctica y un alto estándar de conducta ética en escenarios donde la diplomacia y la disuasión se convierten en herramientas clave para la estabilidad
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