Tal y como estaba previsto, los cazas EF-18 del Ejército del Aire y del Espacio español ya se encuentran desplegados en la base aérea de Keflavik, al sur de Islandia, desde el pasado 22 de julio. El próximo 28 de julio dará comienzo oficialmente su misión de Policía Aérea de la OTAN en el Atlántico Norte, operando bajo el recién creado Destacamento “Stinga“, que marca el primer despliegue de fuerzas aéreas españolas en el país nórdico.

Hasta ahora, España había centrado su participación en el flanco Este de la Alianza Atlántica, particularmente en los países bálticos, donde incluso lidera el Batallón Multinacional en Eslovaquia. Sin embargo, este despliegue en Islandia representa un hito, siendo la primera vez que aviones de combate españoles operan en el norte de Europa como parte de una misión de vigilancia aérea aliada.
La base aérea de Keflavik, ubicada en una posición clave para el control del tránsito aéreo entre Europa y América del Norte, servirá como centro de operaciones del destacamento español. Islandia, al carecer de fuerza aérea propia, depende de las rotaciones de aliados de la OTAN para garantizar la seguridad de su espacio aéreo. A diferencia de misiones previas en Estonia, Lituania o Rumanía, este despliegue plantea desafíos operativos únicos, no solo por las condiciones meteorológicas extremas y la alta latitud, sino también por la falta de experiencia previa del Ejército del Aire en este teatro de operaciones.


Con esta iniciativa, España sigue consolidando una imagen como aliado confiable y comprometido con el reparto de responsabilidades dentro de la OTAN, alineándose con la estrategia de disuasión frente a Moscú en todos los frentes. Al proyectar capacidades en el extremo norte, el país contribuye a la arquitectura defensiva de la Alianza, que se extiende desde el Báltico hasta el Ártico, en un contexto en el que la OTAN redefine sus prioridades estratégicas ante un Kremlin cada vez más desafiante.

Finalmente, la operación Stinga no solo representa un despliegue puntual, sino el inicio de una nueva fase en la proyección estratégica de las Fuerzas Armadas españolas. La misión, que se prolongará hasta mediados de agosto, contará con un contingente de 122 militares, entre pilotos, técnicos de mantenimiento, especialistas en armamento y personal logístico y de seguridad, que operarán los seis EF-18 desplegados. A ellos se suman los 44 aviadores que llegaron como avanzadilla para preparar el dispositivo.
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