En vista de incrementar sus capacidades de defensa aérea, cazas Dassault Rafale y Mirage 2000 del Ejército del Aire y del Espacio de Francia lograron un nuevo hito operativo tras realizar con éxito una serie de lanzamientos de misiles aire-aire MICA IR contra blancos simulados a gran altitud. Los disparos, efectuados el pasado 23 de junio desde la Base Aérea 120 de Cazaux, se concretaron en el marco de un ejercicio conjunto con la Dirección General de Armamento (DGA) y el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES). La prueba consistió en interceptar globos experimentales operando entre los 20 y 100 kilómetros de altitud, un dominio que representa un nuevo escenario para la defensa aérea francesa.

Foto vía vol-avion-chasse

La operación se desarrolló frente a las costas del Golfo de Vizcaya, al oeste de Francia, en una zona de entrenamiento aéreo y marítimo específicamente delimitada para la ocasión. Esta fue la primera vez que aeronaves de combate francesas enfrentaron objetivos reales a semejante altitud utilizando misiles de guiado infrarrojo. Los MICA IR empleados, fabricados por MBDA, fueron objeto de mejoras en sus sistemas de búsqueda y adquisición de blancos, permitiendo su empleo contra objetivos de bajo índice térmico en capas superiores de la atmósfera. Además, los cazas participantes operaron con un perfil de vuelo extendido en altitud, optimizando la eficacia de las interceptaciones en condiciones de tiro no convencionales.

La campaña de tiro tuvo como finalidad validar tres capacidades esenciales: la detección de objetos voladores a gran altitud mediante los sistemas de vigilancia radar, la capacidad de interceptar amenazas de naturaleza diversa y la posibilidad de operar eficazmente en este nuevo dominio. Estos avances permiten reforzar la postura de seguridad aérea permanente, bajo la responsabilidad del Comando de Defensa Aérea y de Operaciones Aéreas (CDAOA), que mantiene en alerta continua a sus medios de defensa aérea para responder a cualquier tipo de amenaza sobre el territorio nacional.

Fuente: Dassault

El éxito de los lanzamientos fue posible gracias al trabajo conjunto entre el Ejército del Aire y del Espacio, la Dirección General de Armamento, el CNES y actores de la industria de defensa como Dassault Aviation, MBDA, Safran y Thales. La cooperación entre estos organismos permitió coordinar los aspectos técnicos y logísticos necesarios para llevar adelante la operación.

Las pruebas requirieron adaptaciones significativas, tanto en los misiles y radares actualmente en servicio como en la preparación de zonas aéreas y marítimas de exclusión de una magnitud sin precedentes. Esta planificación se llevó a cabo en estrecha coordinación con la Prefectura Marítima del Atlántico, la Marina Nacional y otros organismos estatales vinculados a la seguridad en el espacio aéreo y marítimo. El ejercicio refleja la capacidad de las Fuerzas Armadas francesas para innovar y anticiparse a las amenazas emergentes.

*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo. Créditos de portada: Ejercito del Aire y Espacio francés.-

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