Tras haber protagonizado una grave colisión contra un monte submarino en el Mar de China Meridional durante mes de octubre de 2021, el submarino nuclear de la clase Seawolf USS Connecticut se vio obligado a interrumpir su misión y a volver con suma precaución a la base de Guam, desde donde posteriormente viajó a la costa oeste de los Estados Unidos para recibir importantes trabajos de reparación a cargo del Astillero Naval Puget Sound (en Washington). Casi cuatro años después, la Armada de EE.UU. ha avanzado para recuperar a uno de sus mas preciados buques, llegando a estimarse que logrará reincorporarlo a la flota a finales del año próximo.

Acorde le fue expresado al medio especializado The Warzone por portavoces de la institución: “El USS Connecticut (SSN 22) se encuentra en dique seco en el Astillero Naval e Instalación de Mantenimiento Intermedio de Puget Sound en Bremerton, Washington, en un Período de Disponibilidad Restringida Selecta de Atraque Extendido (EDSRA), un mantenimiento importante que todos los submarinos experimentan durante su ciclo de vida. Los daños que sufrió el USS Connecticut en octubre de 2021 también se están reparando durante este EDSRA. Se espera que el Connecticut regrese al servicio a finales de 2026.

Cabe recordar en ese sentido, que el período EDSRA recién mencionado tuvo su punto de partida recién en febrero del año 2023, previendo inicialmente que el proyecto se extienda por un total de 31 meses; lo que habría significado que su regreso al servicio estaría a poco más de un mes de concretarse. En cuánto a los fondos que la Armada estadounidense empleó para ello, se carece de detalles sobre el monto total, aunque el citado medio da cuenta de inversiones de 10 millones de dólares para una nueva cúpula de proa y 40 millones para reparaciones de emergencia, estando ello lejos de ser el monto total dispuesto para la recuperación de la nave.

Por otra parte, haciendo alusión a la relevancia de recuperar al USS Connecticut para la clase Seawolf, es necesario considerar que en la actualidad la Armada de EE.UU. solamente dispone de tres ejemplares incluyéndolo; siendo los dos restantes el USS Seawolf (SSN-21) y el USS Jimmy Carter (SSN-23). Se trata de una serie de buques que originalmente se pensaba conformar con mas de dos docenas de unidades, pero que a causa del final de la Guerra Fría, y la caída en el presupuesto de defensa estadounidense ligado a ello, no logró conformarse como tal. Hablamos además de la clase de submarinos de ataque mas cara que alguna vez entrara en servicio para la institución, con un coste ajustado que a 2025 se traduciría en mas de 10.000 millones de dólares por ejemplar, aunque lo compensa con sus avanzadas capacidades para operar en misiones de inteligencia especializada.

Siguiendo esta línea, también es de utilidad considerar que de cara al próximo mes de abril, la fuerza se alista para iniciar el programa de mantenimiento para el USS Seawolf en el mismo astillero; apuntando a una entrega prevista para 2029 acorde a los documentos presupuestarios presentados hasta ahora. Esto, sumado a que la Armada de EE.UU. enfrenta importantes obstáculos para el diseño de la clase sucesora de la Seawolf (que tiene en marcha desde 2018), en buena parte a causa de la falta de personal cualificado para trabajar en los astilleros, torna especialmente urgente que el proceso de recuperación del Connecticut no se demore más allá de la fecha de finalización actual.

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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