En vista del avance de la competencia estratégica entre Estados Unidos y China en América Latina, las Fuerzas Armadas de EE.UU. realizaron un ejercicio militar conjunto con Panamá enfocado específicamente en la defensa del Canal de Panamá frente a posibles amenazas externas. La operación, denominada PANAMAX-Alpha Fase I, se llevó a cabo del 13 al 18 de julio y estuvo orientada a reforzar la preparación ante eventuales ataques o actos de sabotaje sobre el canal y otras infraestructuras estratégicas.
El ejercicio, liderado por la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo del Comando Sur de EE.UU. refleja la creciente preocupación de Washington por el aumento de la influencia militar, política y económica de China en la región. En esta oportunidad se desplegaron dos helicópteros UH-60 Black Hawk y un CH-47 Chinook en tres bases aéreas panameñas. Las actividades incluyeron operaciones de abordaje, desembarco, inserción rápida mediante cuerdas (fast rope), rescate con guinches y entrenamiento sobre plataformas marítimas.

El Secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, advirtió en repetidas ocasiones sobre la expansión de China en el hemisferio occidental y subrayó la necesidad de fortalecer la cooperación militar en la región. Durante la Conferencia de Seguridad de Centroamérica de 2025, Hegseth declaró: “Estamos expandiendo el entrenamiento militar, aumentando la formación y los intercambios, y realizando ejercicios conjuntos más robustos. Vamos a incrementar la cooperación para disuadir amenazas y fortalecer nuestra defensa compartida”. Esta afirmación refuerza la postura de Estados Unidos de priorizar la protección del Canal, un punto neurálgico del comercio global que conecta el Atlántico con el Pacífico y cuya seguridad resulta estratégica para Washington.
En paralelo al ejercicio PANAMAX-Alpha, el Ejército de EE.UU. desplegó efectivos de la 25ª División de Infantería en Panamá para ampliar la cooperación en seguridad bilateral. Las tropas realizaron relevamientos de posibles futuros centros de entrenamiento, intercambio de experiencias operativas y desarrollo de programas conjuntos de instrucción. En este sentido, el Sargento Mayor Jeimie Deras, líder del Grupo Conjunto de Cooperación de Seguridad en Panamá expresó “Trabajar con nuestros socios durante la planificación es fundamental, ellos aportan una experiencia única”. Cabe destacar que este despliegue se realizó tras la firma de un Memorando de Entendimiento que formaliza la colaboración entre ambas naciones en materia de defensa.

El Comando Sur, responsable de las operaciones militares estadounidenses en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, sostiene una presencia activa en la región desde hace más de cuatro décadas. La Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo, con sede en Honduras, desempeña un papel clave no solo en la respuesta a emergencias humanitarias, sino también en la contención de amenazas transnacionales. El ejercicio conjunto en Panamá no solo refuerza las capacidades operativas locales, sino que envía un mensaje político de respaldo a la estabilidad y seguridad de los socios estratégicos de Estados Unidos en la región.
En paralelo a estas maniobras, el gobierno panameño avanza con un proceso de modernización de sus capacidades aéreas, que incluye la compra de cuatro aviones de ataque ligero A-29 Super Tucano a la empresa brasileña Embraer y dos aviones de transporte táctico C-295 a Airbus Defense & Space, por un valor total de 187 millones de dólares. Aunque los Super Tucano son aviones de combate, Panamá aclaró que su uso estará destinado a patrullaje y vigilancia aérea, especialmente para el combate al crimen organizado y la protección del espacio aéreo.
*Créditos de las imágenes: Departamento de Defensa de los EE.UU.-
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Crean problemas donde no los hay pero ahí están metidos, cuando ellos mismos son la amenaza..