El Ejército de Estados Unidos (US Army) reforzó esta semana sus capacidades de apoyo de fuego de largo distancia en el Indo-Pacífico con el arribo de nuevos Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) a Hawái, mismo que han sido destinados a la 25.ª División de Infantería, apoada como “Tropic Lightning”. Así fue confirmado por el Departamento de Defensa de EE. UU., que detalló que estos sistemas de artillería remplazarán parte de los obuses remolcados actualmente en servicio, aumentando la precisión y el alcance de las brigadas de artillería de la fuerza en la región.

Teniendo en cuenta ello, el reporte menciona que en total se espera incorporar 16 lanzadores del tipo MRLS como parte de un proceso de modernización estructural que también contempla la reconversión de personal y reorganización de las unidades de artillería. Esta transformación se enmarca dentro de la nueva Iniciativa de Transformación del Ejército (ATI, por sus siglas en inglés), lanzada oficialmente en abril de 2025, con el objetivo de dotar al Ejército de EE. UU. de mayor movilidad, letalidad y capacidad de acción en entornos multidominio. El Departamento de Defensa asimismo menciona que la prioridad establecida apunta a reforzar las capacidades de fuego de largo alcance y defensa antimisiles, especialmente en el teatro del Indo-Pacífico, donde Washington busca proyectar sus capacidades y reforzar sus capacidades ante actores como China.
El arribo de los primeros HIMARS fue registrado el pasado 14 de julio, dando inicio a un proceso de incorporación que se extenderá durante las próximas seis semanas hasta alcanzar los 16 sistemas previstos. En total arribaron tres unidades y dos vehículos de apoyo en un avión de transporte C-5 Super Galaxy de la Fuerza Aérea de EE. UU. a la Base Conjunta Pearl Harbor-Hickam en Hawaii. En paralelo, la 25.ª División de Infantería también ha puesto en marcha la reconversión de su actual batallón de inteligencia, información y guerra electrónica en una unidad de fuegos multidominio.

En cuanto a la estructura interna, la brigada de artillería de la 25.ª División será reorganizada para concentrar los sistemas tradicionales en un único batallón, mientras que el segundo será transformado completamente para operar HIMARS. El plan contempla dejar un batallón compuesto por dos baterías con obuses M119 de 105 mm y una con obuses M777 de 155mm, mientras que el segundo contará con dos baterías de ocho lanzadores HIMARS cada una. De esta forma, explica el reporte, serán dados de baja un total de ocho obuses M119 y seis M777, en un movimiento que, según sus autoridades, incrementará notablemente la capacidad de fuego de largo alcance y el apoyo conjunto con otras fuerzas en operaciones multidominio.
La incorporación de esta nueva capacidad de largo alcance subraya la importancia estratégica que el Ejército de EE. UU. otorga al teatro del Indo-Pacífico, particularmente a la primera cadena de islas, considerada una zona clave ante un posible escenario de conflicto regional. El despliegue de los HIMARS en unidades como la 25.ª División de Infantería responde a esa necesidad operativa de proyectar fuego preciso desde posiciones dispersas y de difícil acceso. Como antecedente ilustrativo, durante los ejercicios Salaknib y Balikatan desarrollados este año en Filipinas, las fuerzas estadounidenses ensayaron el despliegue ágil de los lanzadores HIMARS, demostrando su capacidad para posicionarse rápidamente frente a las amenazas futuras.

Por último, como parte del proceso de integración de los nuevos sistemas, efectivos especializados en artillería de campaña (MOS 13B) iniciaron su transición al rol de operadores HIMARS (MOS 13M). Según informó el Ejército de EE. UU., varios ya completaron su formación con la Guardia Nacional, lo que permitiría contar con personal calificado para operar y mantener los lanzadores dentro de los nuevos esquemas de combate.
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