En el marco del dispositivo de seguridad aérea establecido para garantizar la protección del espacio aéreo brasileño durante la Cumbre del BRICS 2025, celebrada en la ciudad de Río de Janeiro entre los días 4 y 7 del corriente, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) concluyó con éxito su operación de Defensa Aeroespacial. Como parte de este esfuerzo coordinado, se desplegaron múltiples medios de combate, vigilancia y apoyo aéreo, destacándose la participación de cazas F-5M, aeronaves de ataque ligero A-29 Super Tucano y aviones de alerta temprana y control aerotransportado (AEW&C, por sus siglas en inglés: Airborne Early Warning and Control) Embraer E-99.
La misión, bajo la supervisión del Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE) en tiempo real desde su Sala de Situación en Brasilia, permitió mantener conciencia situacional total y asegurar una capacidad de respuesta inmediata ante cualquier amenaza. Durante los días de la cumbre, la FAB interceptó cinco aeronaves que ingresaron sin autorización en las zonas de exclusión aérea temporalmente establecidas en torno a Río de Janeiro. En todos los casos, se aplicó la normativa vigente para la identificación, advertencia y, de ser necesario, la escolta de aeronaves sospechosas hasta fuera del área restringida.
Los A-29 Super Tucano fueron las plataformas encargadas de realizar las interceptaciones, escoltando a las aeronaves involucradas tras verificar sus planes de vuelo. Uno de los casos más relevantes ocurrió cuando un helicóptero no autorizado se retiró de inmediato al advertir la presencia de un A-29, aterrizando en una zona aislada cuya ubicación fue informada a las fuerzas de seguridad.
El éxito de la operación se sustentó en una extensa planificación anticipada y en la coordinación entre los distintos organismos que integran el Sistema de Defensa Aeroespacial Brasileño (SISDABRA), bajo la conducción del COMAE. En cumplimiento del Decreto Nº 12.542 del 1° de julio de 2025, que regula el empleo de medios de la Fuerza Aérea en contextos de alta sensibilidad, se establecieron estructuras clave como la Célula de Operaciones Locales (COL) en el Control de Aproximación de Río de Janeiro (APP-RJ) y la Sala Master de Comando y Control en el Centro de Gerenciamiento de Navegación Aérea (CGNA), desde donde se gestionó en tiempo real toda la actividad aérea vinculada al evento.
Entre los medios destacados, la aeronave AEW&C E-99, basada en la plataforma Embraer ERJ-145 y equipada con el radar Erieye de tecnología sueca, cumplió un rol central en la vigilancia aérea de largo alcance, así como en la coordinación de interceptaciones. Actuando como nodo de comando avanzado, el E-99 facilitó la conducción táctica de los cazas F-5M, que permanecieron armados y en alerta para una eventual respuesta inmediata. A su vez, las aeronaves KC-390 Millennium efectuaron misiones de reabastecimiento en vuelo, garantizando la disponibilidad operativa continua de los F-5M durante las 24 horas que duró la cobertura.
Para la Cumbre del BRICS se definieron tres zonas de exclusión aérea: blanca, amarilla y roja, cada una con diferentes niveles de restricción. Los vuelos autorizados debían presentar un plan de vuelo aprobado, mantener el transpondedor activo (dispositivo electrónico que transmite la identidad y altitud de una aeronave) y conservar comunicación permanente con el control de tráfico aéreo. La violación de estos requisitos podía motivar que una aeronave fuera clasificada como sospechosa o incluso hostil, habilitando su intervención inmediata por parte de los medios de defensa aérea, conforme al marco normativo vigente.
La ejecución de esta operación en una ciudad densamente poblada como Río de Janeiro, sede de eventos internacionales de alta relevancia, representó un desafío considerable para la Fuerza Aérea Brasileña, que volvió a demostrar su capacidad para actuar en escenarios complejos y de alta sensibilidad político-diplomática. La experiencia operativa adquirida durante esta misión constituye un valioso antecedente de cara a futuros despliegues, particularmente en el contexto de la próxima Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP 30), que se celebrará en noviembre en la ciudad de Belém y que requerirá dispositivos de defensa similares en escala y complejidad.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo. Créditos: Fuerza Aérea Brasileña.-
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