Como parte del proceso de modernización de las capacidades de instrucción de vuelo de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y en línea con los objetivos estratégicos de la Defensa Nacional, la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) avanza firmemente en el desarrollo del Pillán II, aeronave de entrenamiento básico destinada a reemplazar progresivamente al ya veterano T-35 Pillán, que entró en servicio el 8 de agosto de 1985.

Este nuevo entrenador primario representa una evolución significativa en términos de aviónica, diseño estructural y capacidades operacionales, y pretende posicionar a Chile nuevamente como referente en la industria aeronáutica regional. Al mismo tiempo, se convierte en un instrumento estratégico para la formación de futuros pilotos militares, permitiendo un tránsito fluido hacia plataformas de entrenamiento avanzado y aviación táctica.

Una nueva generación para el entrenamiento inicial

Diseñado originalmente en la década de 1980 en conjunto con la empresa Piper Aircraft, el T-35 Pillán fue un hito para la industria chilena, marcando la capacidad de fabricar aviones en territorio nacional. Sin embargo, tras más de cuatro décadas de servicio ininterrumpido y más de 200.000 horas totales acumuladas en la Escuela de Aviación, el entorno operativo y tecnológico actual exige una actualización profunda de la plataforma de instrucción.

Es en ese contexto que surge el Pillán II, un proyecto de desarrollo nacional que conserva la filosofía formativa del modelo original, pero con estándares acordes al siglo XXI. El nuevo entrenador está orientado a entregar una experiencia de instrucción más cercana a lo que los pilotos encontrarán en etapas posteriores, integrando tecnologías similares a las que se utilizan en aviones de combate y transporte de última generación.

Entre sus principales características destacan:

  • Cabina digital tipo “glass cockpit”, con pantallas multifunción, interfaz intuitiva y aviónica compatible con estándares OTAN.
  • Sistema de navegación GPS/INS, planificación digital de vuelo y grabación de datos para revisión postmisión.
  • Comunicaciones VHF/UHF cifradas, con enlace de datos y capacidad de simulación de escenarios tácticos.
  • Estructura de alto rendimiento, reforzada para resistir ciclos intensivos de uso y simplificar el mantenimiento.
  • Motorización moderna y eficiente, con mayor disponibilidad operativa y menor huella logística.

Fase de desarrollo y pruebas

Actualmente, el proyecto se encuentra en fase avanzada de integración y ensayos de sistemas, con el primer prototipo ensamblado y sometido a pruebas en tierra. El cronograma proyecta los primeros vuelos de prueba para el segundo semestre de 2025 y su posterior validación operativa durante 2026.

El desarrollo ha seguido estrictos estándares de calidad y seguridad aeronáutica, con la participación de personal técnico de ENAER, oficiales especialistas de la FACh y asesores de instituciones académicas y centros tecnológicos asociados. Este enfoque colaborativo ha sido clave para asegurar la coherencia entre las capacidades técnicas de la aeronave y las necesidades reales de instrucción en el ámbito militar.

Industria nacional y proyección internacional

Además del impacto operativo directo, el proyecto Pillán II representa una apuesta estratégica por el fortalecimiento del complejo industrial de defensa chileno. Su desarrollo ha activado una red de proveedores, especialistas e ingenieros nacionales, con transferencia tecnológica, generación de empleo especializado y encadenamientos productivos de alto valor.

Asimismo, ENAER ha comenzado a explorar oportunidades de exportación del modelo a países latinoamericanos y otras regiones que enfrentan el mismo desafío: renovar sus flotas de entrenamiento básico con una aeronave confiable, moderna, de bajo costo operativo y con respaldo logístico asegurado. La experiencia histórica del T-35 en países como República Dominicana, Panamá, Paraguay y Ecuador, refuerza la credibilidad del proyecto en el mercado regional.

Formación con visión de futuro

La modernización de los medios de instrucción no solo responde a una necesidad técnica, sino a una visión estratégica de largo plazo: garantizar que los pilotos de la FACh se formen desde sus primeras etapas con herramientas alineadas a los desafíos que enfrentarán como aviadores militares.

El Pillán II no pretende ser solo un reemplazo de la versión original, se proyecta como una plataforma moderna, interoperable y preparada para la guerra electrónica, la navegación digital y la integración en ambientes de simulación táctica. Su introducción consolida un proceso formativo integral que va desde los fundamentos del vuelo hasta la operación en entornos multidominio.

Compromiso institucional

Para la Fuerza Aérea de Chile, la introducción del Pillán II forma parte de un esfuerzo mayor por optimizar la doctrina de instrucción aérea, incorporar medios tecnológicos modernos y fortalecer la autonomía operativa nacional. El respaldo del Estado Mayor Conjunto, el Ministerio de Defensa Nacional y diversas instituciones del ámbito tecnológico refuerzan la legitimidad y la importancia estratégica de este proyecto.

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