En el marco de la presentación pública del presupuesto de defensa para el año fiscal 2026, la Fuerza Aérea de EE.UU. deslizó sus planes para aumentar la futura flota de nuevos cazabombarderos F-15EX Eagle II, incluso cuando su fabricante enfrenta importantes dificultades para llevar a cabo su producción. Particularmente, si la decisión termina siendo aprobada por el Congreso estadounidense, el número de las aeronaves en cuestión a ser adquiridas por la institución pasaría a ser de 129, un refuerzo considerable desde las 98 unidades hasta el momento previstas.

Ampliando en detalles sobre el asunto, es importante mencionar que se han delineado fondos por hasta 3.000 millones de dólares para reforzar el programa F-15EX, monto que fue confirmado por funcionarios de la fuerza a medios especializados estadounidenses. Destaca en dicho sentido, que la novedad se produce al poco tiempo que el presidente Donald Trump afirmara en un discurso pronunciado en la Base de la Guardia Nacional Aérea Selfridge, que los antiguos A-10 Warthogs que la equipan serían reemplazados finalmente por los nuevos cazabombarderos de Boeing.
Cabe recordar en ese sentido, que la mencionada base en Michigan espera poder contar con hasta 21 cazabombarderos F-15EX tras el anuncio del mandatario estadounidense, lo que la convierte en la única que puede presumir de ello. Otros escuadrones que dispondrán de la plataforma se hallan en Portland, Fresno, Nueva Orleans y Okinawa (con dos escuadrones desplegados desde la Base Kadena), todos ellos previendo la llegada de 18 aeronaves solamente con los planes aún vigentes; tres ejemplares menos que en la estructura que era observada en los tiempos del F-15C. Con la llegada de fondos frescos, se espera que la USAF logre volver a equiparar ambas cifras, mientras que permita el paso de algunos de sus F-15E a tareas de entrenamiento.

Sin embargo, retomando lo mencionado inicialmente respecto de las dificultades que enfrenta Boeing en la producción de estas aeronaves, no puede dejar de mencionarse que la cadena de suministros del F-15EX denota escasez de componentes clave, además de retrasos en sus cronogramas de entrega atribuibles a una serie de fallos técnicos que se notaron en un lote de cazabombarderos previo a su entrega. En su informe anual, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) destacó que estos problemas se traducen en problemas con los componentes de titanio de las aeronaves, sus pantallas de visualización y los propulsores necesarios para el funcionamiento de sus asientos eyectables; también detalla cuestionamientos respecto de la utilidad del sistema de guerra electrónica EPAWSS que las equipa.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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