El presupuesto de defensa de la República Argentina correspondiente al año 2025 se encamina a consolidar un nuevo piso histórico en términos reales, en caso de mantenerse la tendencia actual. A pesar de tratarse de un ejercicio que aún no ha concluido, los datos oficiales disponibles a la fecha refuerzan la continuidad de un ciclo descendente que se refleja tanto en los niveles asignados como en la ejecución de fondos destinados a las Fuerzas Armadas.
De acuerdo a los registros del portal de Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía de la Nación, el crédito vigente total asignado al Ministerio de Defensa para el presente año asciende a 3.948.767,61 millones de pesos, un monto que representa un leve aumento nominal respecto a los 3.918.399,09 millones de pesos aprobados en el año 2024. Sin embargo, esta diferencia no logra compensar el impacto de la inflación acumulada, lo que en términos reales implica una reducción del presupuesto disponible. A su vez, tampoco logra equiparar la devaluacion real desde el año pasado a la fecha, con aumentos en relación a la moneda estadounidense.

El desglose del crédito vigente para 2025 muestra que el 36,35% del total está asignado al Instituto de Ayuda Financiera para el pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), que concentra 1.435.547,12 millones de pesos, con un nivel de ejecución al 23 de junio que ya alcanza el 49,88%. Esta proporción de fondos previsionales representa una constante dentro de la estructura presupuestaria del área, donde los recursos operativos y de inversión quedan relegados frente a los compromisos previsionales.
Los datos correspondientes a los Estados Mayores Generales reflejan una situación heterogénea, aunque todos se mueven dentro de márgenes similares de ejecución. El Ejército Argentino cuenta con un presupuesto asignado de 1.276.765,16 millones de pesos, con una ejecución del 52,04%; la Armada Argentina dispone de 599.966,39 millones, con un 45,31% ya utilizado; mientras que la Fuerza Aérea Argentina opera con 510.679,6 millones, habiendo ejecutado hasta el momento el 46,92% de ese monto.
Entre los organismos descentralizados del Ministerio de Defensa, el Servicio Meteorológico Nacional registra una ejecución superior al 50% (51,64%), con un crédito vigente de 21.855,03 millones, mientras que el Instituto Geográfico Nacional presenta un nivel de ejecución del 42,53%, sobre un total de 6.309,25 millones de pesos.
El presupuesto específico del Ministerio de Defensa (como órgano central, sin contar a las Fuerzas Armadas ni organismos dependientes) asciende a 47.957,36 millones de pesos, con un uso del 47,14% a la fecha. Por su parte, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas opera con un presupuesto de 49.687,71 millones, aunque con una ejecución notablemente más baja: 22,99%.

Tal como advirtiera Zona Militar en abril de este año, basándose en los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el año 2024 marcó un nuevo récord negativo en la proporción del presupuesto nacional destinado a la defensa, en comparación con el PBI. El contexto actual sugiere que la tendencia no se ha revertido, especialmente en un escenario de ajuste generalizado del gasto público.
A las limitaciones presupuestarias se suman otras dificultades persistentes. Durante 2025 se han mantenido los mismos problemas operativos identificados en 2023 y 2024: falta de insumos básicos, racionamiento logístico, problemas edilicios y estructurales, y un estancamiento en la recomposición salarial del personal militar. Además, varios programas de modernización y adquisiciones clave se encuentran paralizados o con ejecución mínima, situación que compromete tanto el sostenimiento de capacidades actuales como la planificación futura.
En este sentido, la evolución del gasto y su ejecución durante el segundo semestre será determinante para confirmar si 2025 se consolida finalmente como el año de menor asignación real para el sistema de defensa desde el retorno de la democracia. Mientras tanto, los principales indicadores siguen reflejando una capacidad operativa limitada y crecientes dificultades estructurales para las Fuerzas Armadas.
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EL día que entiendan que la única forma de que crezca el presupuesto no es con políticas de recorte, sino con crecimiento económico del pais, y que el problema económico no son los pesos, es la falta de dólares aunque tuvieramos una industria militar con un minimo de desarrollo aun se necesita importar muchas cosas, y eso no se soluciona con la venta de materias primas. Cuando alguien dice que hay que recortar tarde o temprano te va a tocar a vos. Les bajan el presupuesto a las FAA de hecho el equivalente a lo que fue la inflación el año pasado, los discursos muy bonitos, pero las acciones son elocuentes.
Veo que casi la mitad del presupuesto es para gastos de previsión social. Hoy hay mucho cacique y poco indio , o algo esta mal ahi. Aparte, lo poco que se tiene se invierte mal, como la compra del F16. Hay que cambiar el concepto de defensa, pasar de aviones a drones, de fragatas a drones submarinos. La letalidad se da con tecnologia hoy.
“agente secreto bond” la mejor idea es intregar ambos sistemas, los drones y sistemas de armas remotos y autónomos con plataformas tradicionales.
Hoy día con uso de sistemas autónomos se evita el gran tamaño de los destructores y también de mucha cantidad de personal. Por ende se precisan navíos de menor desplazamiento para la misma función, motores comprimidos, más pequeños.
Desde esos buques se pueden desplegar drones y otras armas modernas.