En el marco de las operaciones de vigilancia y control del espacio aéreo nacional, aviones de ataque A-29 Super Tucano de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) interceptaron nuevamente una aeronave modelo Cessna 182 que volaba sin plan de vuelo sobre la Reserva Indígena Yanomami, en el área de la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ZIDA 41) el 23 de junio.
Esta no es la primera vez que los A-29 interceptan un vuelo irregular, el pasado 15 de mayo ya lo habían hecho. En esta oportunidad, bajo la operación, coordinada por el Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE) y en colaboración con la Policía Federal (PF), contó con la participación de dos aviones de ataque A-29 Super Tucano y una aeronave de alerta temprana y control aerotransportado E-99, bajo el control del Cuarto Centro Integrado de Defensa Aérea y Control de Tráfico Aéreo (CINDACTA IV), con sede en Manaos.
Interceptación y aterrizaje forzado
La aeronave interceptada, con matrícula PT-JMO y sin autorización oficial para su vuelo, fue detectada por el radar embarcado del E-99. Tras el procedimiento de Medidas de Policiamiento del Espacio Aéreo (MPEA), los pilotos de la FAB realizaron un reconocimiento visual y contacto por radio, siguiendo los protocolos establecidos.
Luego del contacto, el piloto del Cessna 182 optó por realizar un aterrizaje forzado en una zona no preparada, lo que activó el siguiente paso de la operación.
Operación conjunta y hallazgo de carga ilegal
Un helicóptero H-36 Caracal, operado por el 3º/8º GAV – Esquadrão Puma, fue desplegado para llevar a cabo el rescate y el transporte de los agentes de la Policía Federal encargados de las Medidas de Control en el Suelo (MCS).
Dentro de la aeronave fueron halladas grandes cantidades de cassiterita sin documentación, un minerales valioso cuya extracción y transporte irregular constituyen un delito ambiental según la Ley nº 9.605/1998. El piloto fue localizado en la zona y posteriormente trasladado a un hospital en Boa Vista (Roraima).
Vigilancia activa en defensa del territorio
Esta acción se enmarca en la Operación ZIDA 41 y en el Programa de Protección Integrada de Fronteras (PPIF), cuyo objetivo es enfrentar y neutralizar vuelos ilícitos o desconocidos, especialmente en áreas de difícil acceso y alta sensibilidad ambiental y territorial como la Amazonía.
Con esta nueva intercepción, la FAB reafirma su rol como actor clave en la defensa del espacio aéreo brasileño, actuando en coordinación con fuerzas de seguridad pública para combatir actividades ilegales que amenazan la soberanía, el medio ambiente y las comunidades originarias del país.
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