En el marco del Informe N° 113 de la Jefatura de Gabinete de Ministros (JGM), elevado al Honorable Senado de la Nación, no se registraron novedades significativas en relación con los principales proyectos de reequipamiento para las Fuerzas Armadas argentinas. El documento, que forma parte de las respuestas periódicas que brinda el Jefe de Gabinete Guillermo Francos a requerimiento de los legisladores, presenta detalles breves e insuficientes en áreas clave para la defensa nacional, como la modernización de aeronaves de transporte, la incorporación de cazas de última generación y la recuperación de capacidades submarinas, dejando constancia de la ausencia de precisiones sobre proyectos estratégicos para el Ejército, como la incorporación de VCBR 8×8 y la modernización de los TAM.

Uno de los puntos abordados en el informe fue la compra de los cazas F‑16 para la Fuerza Aérea Argentina. En esta oportunidad, se precisó que la operación se ejecuta mediante contratos gobierno a gobierno con Dinamarca y Estados Unidos, financiada por la jurisdicción correspondiente al Alistamiento Operacional, y que alcanzará al menos 25 años de servicio activo. No obstante, la pregunta efectuada no presenta diferencias significativas con respecto a informes anteriores.
La cuestión de la recuperación de la capacidad submarina, considerada prioritaria para la Armada Argentina, también estuvo presente en este informe. Al respecto, se mencionó que actualmente se analizan propuestas de diferentes astilleros para evaluar detalles técnicos y cumplir con los requerimientos mínimos para restituir esta vital capacidad disuasiva. A pesar de ello, esta misma cuestión fue incluida en informes anteriores sin que, al día de la fecha, existan progresos concretos para garantizar la materialización de la iniciativa. El propio informe reconoce que “la recuperación de la capacidad submarina es una prioridad estratégica”, aunque la falta de decisiones extiende el lapso en el cual Argentina carece de dichos sistema.

Particularmente llamativo resultó un requerimiento en relación a la hipotética existencia de una base de submarinos de los Estados Unidos en Ushuaia, que desde el Ministerio de Defensa se desmintió categóricamente por “carecer de sustento técnico, jurídico y fáctico“. Si bien esta aclaración despeja cualquier sospecha al respecto, la pregunta misma expone un desconocimiento evidente al exigir detalles sobre una situación basada en supuestos e hipótesis.
También se abordó la Operación Roca, destacando que esta no solo responde al cumplimiento de la Ley de Defensa Nacional, sino que se enmarca en un plexo normativo que data de hace más de una década, desde la Operación Escudo Norte en 2011, para garantizar la seguridad en la frontera. Se precisaron detalles sobre la planificación, alcance y reglas de empeñamiento, todas alcanzadas por la clasificación de secreto militar para garantizar tanto la eficiencia de la operación como la seguridad de las tropas involucradas. Asimismo, se aclaró que esta operación no reemplaza a las tareas que son competencia de las Fuerzas de Seguridad (Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria) en zonas de frontera, aeropuertos y pasos internacionales, sino que complementa su acción en áreas donde no existe presencia estatal permanente.

Respecto a la situación de los helicópteros Mi‑171 E (matrículas H‑94 y H‑95) de la Fuerza Aérea Argentina, que actualmente permanecen fuera de servicio en el Área Material Quilmes, se informó que persiste la imposibilidad de reparar y reacondicionar dichas aeronaves en Rusia, tanto por el embargo de cuentas como por la situación de conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que posterga de manera indefinida la restitución de esta capacidad vital para las campañas antárticas y otros requerimientos estratégicos.
A modo de conclusión, el Informe N° 113 ofrece escasas señales de progreso en los principales desafíos de reequipamiento para las Fuerzas Armadas argentinas. Se perciben esfuerzos por ordenar la administración y garantizar un manejo austero de los recursos, pero la ausencia de avances concretos en áreas estratégicas refleja que la defensa sigue a la espera de decisiones firmes y un rumbo claro para enfrentar un presente que demanda capacidades a la altura de la Nación.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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