En lo que representa un nuevo paso para fortalecer sus capacidades de ataque y disuasión, Rusia ha decidido iniciar la producción del nuevo y avanzado misil balístico intercontinental Oreshnik para equipar a sus Fuerzas Armadas, mismo que ya ha sido empleado en la invasión a Ucrania durante el año pasado. La novedad en cuestión fue confirmada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en la ocasión de una reunión llevada a cabo con graduados militares.
Si bien no se ha especificado el volumen de producción esperado ni los posibles cronogramas de entrega del nuevo armamento para las Fuerzas de Misiles de Designación Estratégica —rama específica de las Fuerzas Armadas Rusas encargada de la disuasión nuclear del país—, el mandatario manifestó: “Se ha iniciado la producción en serie del nuevo sistema de misiles de alcance intermedio Oreshnik, que ha demostrado su eficacia en combate“.

Cabe recordar en este punto, que el nuevo misil ruso ya tuvo su bautismo de fuego durante el mes de noviembre del año pasado, momento en el que Rusia respondió a una serie de ataques ucranianos con misiles de largo alcance ATACMS y Storm Shadow (de origen estadounidense y británico, respectivamente) dirigidos contra objetivos dentro de su propio territorio. En particular, el misil Oreshnik fue empleado con ojivas no nucleares contra una planta del complejo militar industrial en la ciudad de Dnipro, la cuál se sitúa al este de Ucrania.
En aquella oportunidad, el lanzamiento fue corroborado no sólo a través de las declaraciones oficiales de funcionarios rusos, sino que además, por sus contrapartes en el Pentágono. Tal y como reportamos el 21 de noviembre, fue la entonces secretaria adjunta de prensa Sabrina Singh quién afirmó que Rusia había empleado un nuevo misil intercontinental del tipo experimental que se basaba en el diseño del misil RS-26 Rubezh; el principal señalado originalmente tras los ataques. Tratándose de un armamento de esta índole, Moscú incluso informó a Washington del lanzamiento a través de los canales establecidos para la Reducción de Riesgos Nucleares.

Repasando brevemente las escasas características conocidas de la plataforma, el propio presidente Putin destacó que se trataba de un armamento capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 10, lo que impediría que pueda ser interceptado por los sistemas de defensa aérea occidentales suministrados a Ucrania; lo que fue cuestionado posteriormente desde el otro lado de la trinchera. Ya en aquel entonces manifestaba: “Actualmente no hay en el mundo medios para contrarrestar un misil de este tipo, ni para interceptarlo. Y enfatizo una vez más: continuaremos probando el último sistema.”
Se sabe además, a partir de las imágenes publicadas de dicho lanzamiento, que el misil contaba con vehículos de reentrada con objetivos independientes múltiples (MIRV), lo que despertó diversas especulaciones sobre la carga útil del Oreshnik. En reportes de medios estadounidenses, que citan al Ministerio de Defensa británico como su fuente para el asunto, también se detalló que cada ejemplar podía alcanzar objetivos situados entre 3.000 y 5.500 kilómetros de distancia, situándolos en la categoría de misiles balísticos de alcance intermedio.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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Cual es la lógica de gastar dinero en algo que no se usará solo porque usarlo sería ilógico, creo que mucha gente tiene que ir a terapia antes que ocupar cargos tan relevantes, sino nuestro mundo estará en manos de gente poco cuerda.