Después de importantes demoras, la actualización Tech Refresh 3 (TR-3) de los cazas furtivos F-35 de Lockheed Martin estaría cerca de completarse. Este avance representa un salto significativo en las capacidades de estas aeronaves de quinta generación y allana el camino hacia la modernización Block IV, que promete mejoras en sensores, inteligencia artificial, procesamiento de información y capacidad de combate, tanto para los cazas actualmente en servicio como para los futuros ejemplares de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y sus aliados.

A lo largo de los últimos meses y años, el programa de cazas furtivos F-35 ha sufrido una demora en la entrega de unidades debido a problemas que surgieron en torno a la actualización de software TR-3. Debido a ello, Lockheed Martin lanzó una versión truncada de la TR-3, tras la pausa en la aceptación de F-35 por parte del Departamento de Defensa de EE. UU. debido al retraso registrado en la actualización. La misma fue declarada segura para operaciones en el mes de julio del 2024 por el teniente general Michael Schmidt (director de la JPO), sorteando parcialmente las graves demoras causadas por los atrasos en los vuelos de prueba y en la instalación en fábrica de la nueva actualización. No solo los cazabombarderos estadounidenses se vieron afectados por ello, siendo el caso de Dinamarca y el regreso de sus F-35 desde territorio norteamericano un ejemplo ilustrativo de ello.

Si bien las entregas se reanudaron, el software quedó incompleto, permitiendo el empleo de las aeronaves actualizadas en misiones de entrenamiento. Hasta la fecha se han entregado 200 F-35 con la versión truncada de la TR-3, y con la noticia de que la empresa está en camino de producir entre 170 y 190 aviones adicionales para finales de 2025.

Cabe recordar que la actualización TR-3 completa se esperaba para el año próximo, y por lo menos hasta finales del 2024 no estaban listas las más de 80 modificaciones propuestas en comunicaciones, navegación y guerra electrónica para el cazabombardero, contándole a la empresa estadounidense parte de los pagos estipulados. Ahora, tras varios meses de una limitada información, el lanzamiento de la versión completa podría estar más cerca de lo esperado.

La actualización, necesaria para que el Block IV funcione plenamente, incluye un conjunto de sensores, mejoras y funciones que permiten a las aeronaves transportar más armas de precisión de largo alcance. También contará con capacidades mejoradas de guerra electrónica (EW) y una fusión de datos avanzada. A su vez, la actualización incluye mejoras de hardware, como un procesador central integrado con una capacidad de procesamiento 25 veces superior a la de la anterior actualización TR-2.

En primer lugar, todos los sensores se están mejorando de manera dramática. En segundo lugar, está la capacidad de transportar más y distintos tipos de armas. Y en tercer lugar, lo que será el verdadero cambio radical, son las funciones de interoperabilidad adicionales que nos permitirán comunicarnos entre dominios y ser ese nodo central en el campo de batalla”, añadió McDonald.

También se explicó que la actualización permitirá que el F-35 Block IV se convierta en un “habilitador clave para aviones de combate colaborativos en el futuro”, afirmó McDonald. Esta afirmación hace referencia al programa CCA (Collaborative Combat Aircraft) de la Fuerza Aérea de EE. UU., que busca desarrollar un vehículo aéreo no tripulado (UAV) destinado a apoyar a cazas tripulados. Los modelos Fury, de Anduril, designados YFQ-44A, y Gambit, de General Atomics Aeronautical Systems (GA-ASI), con la designación YFQ-42A, se encuentran actualmente en pruebas en tierra, antes de iniciar las pruebas de vuelo previstas para finales de este año.

En paralelo, ha de mencionar que el Pentágono estaría planeando reducir a la mitad las entregas de nuevos cazas furtivos F-35 destinados a la Armada (US Navy) y Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF). Teniendo como horizonte los nuevos programas que se están desarrollando, como el futuro caza de sexta generación Boeing F-47, sumado a los costos que ello implica, el Departamento de Defensa buscaría ralentizar las entregas. La propuesta es que para el año 2026 que la Fuerza Aérea de EE. UU. reciba solo 24 aviones, en lugar de los 48 previamente acordados. Mientras que la cantidad para la Armada se reduciría de 17 a  12, y el Cuerpo de Marines vería recortadas dos unidades, aunque no está claro si esto implica menos F-35B, F-35C o una combinación de ambos. 

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