A poco de cumplirse dos semanas del ataque con drones que dejo como saldo poco más de una docena de aviones destruidos, cifra que fue revisada de los 41 reportados originalmente por el bando ucraniano, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas han decidido relocalizar a sus valiosos bombarderos estratégicos Tu-160. Acorde es planteado por fuentes abiertas de inteligencia (OSINT), las imágenes satelitales revelarían que las aeronaves habrían sido desplegadas en diferentes puntos del país alejados de la frontera con Ucrania, prácticamente a la par que la institución desplegó a los Tu-22M3 de su flota de bombarderos en diversos vuelos de patrullaje sobre el Báltico escoltados por cazas Su-30SM y Su-27.
Brindando algunos detalles que apuntan a confirmar lo antes mencionado, podemos destacar el caso de uno de los bombarderos Tu-160 originalmente apostados en la Base Aérea de Belaya, que el pasado 4 de junio fue captado por imágenes satelitales aterrizando en la Base Aérea de Anadyr. El ejemplo destaca no sólo por reflejar la relocalización de estas aeronaves, sino que además, por el lugar elegido para que sea la nueva casa del bombardero estratégico en cuestión. Se trata de una base situada a ni más ni menos que a 6750 km de la frontera con Ucrania, y a su vez, a tan sólo 660 kilómetros de territorio estadounidense (Alaska).
A grandes rasgos, hablamos de una medida que trae asociados una importante serie de desafíos logísticos, pero que al entender de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas es vital para mantener a sus bombarderos más importantes fuera del alcance de nuevos ataques con drones. En el caso particular de la base aérea de Anadyr, analistas occidentales detallan que se trata de un antiguo punto de despliegue constituido durante la Guerra Fría, el cuál estaba destinado a recibir bombarderos de largo alcance y aviones de reconocimiento que monitorearan la actividad de los EE.UU. en el Estrecho de Bering. Esta destaca a su vez por ser suministrada únicamente por medios aéreos y navales (según la estación del año), lo que si bien implica mayores dificultades para el traslado de suministros, reduce el peligro de ataques con drones lanzados desde camiones de carga; en tanto no hay carreteras que conecten con ella.
Cabe destacar además, que si bien la base en cuestión los sitúa sumamente lejos del combate en Ucrania, los bombarderos rusos Tu-160 aún podrían llevar a cabo ataques de precisión cuando les sea requerido. Esto es así considerando que tienen un gran alcance, el mayor de toda la flota rusa de bombarderos estratégicos, y que pueden ser equipados por ejemplo con los misiles de crucero Kh-101 con rango de ataque situado entre los 3.500 y 4.000 kilómetros. El redespliegue por tanto permite proteger al escaso número de unidades con las que cuenta Rusia en la actualidad (en relación a sus planes a futuro), cantidad que se estima en unas 17 aeronaves, sin dejarlas fuera de alcance para operar.
Por otra parte, cabe destacar que si bien el temor de un ataque con drones a los bombarderos estratégicos rusos está mas que fundado en vista de los eventos del 1 de junio, aún no se ha logrado confirmar que se haya perdido ningún ejemplar del tipo Tu-160. Hasta el momento, los reportes disponibles indican que el daño a la flota de bombarderos rusa sería grave, pero limitado a las plataformas Tu-95MS y Tu-22M3 de mayor antigüedad y menores capacidades que aquellas redesplegadas recientemente. Dichas pérdidas permitirían, sin embargo, que Moscú acelere e incluso amplíe la cantidad de Tu-160 que busca producir desde 2015 con grandes dificultades.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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