En los últimos días, se confirmó la firma de un nuevo contrato entre la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” (FAdeA) y la Fuerza Aérea Argentina para la producción de aeronave de entrenamiento avanzado IA-63 Pampa III y la modernización y mantenimiento de los aviones de transporte Hércules K/C-130H de la Fuerza Aérea Argentina. El acuerdo, que aún requiere aprobación administrativa final por parte del Ministerio de Defensa y la Jefatura de Gabinete, contempla una inversión cercana a los 112 millones de dólares. Sin embargo, el historial de contratos incumplidos y la situación crítica que atraviesa FAdeA plantean dudas sobre la ejecución del programa.

El contrato prevé la finalización de tres nuevos aviones IA-63 Pampa III, la modernización de tres unidades al estándar Bloque II y el mantenimiento de tres C-130 Hércules. Se contempla un adelanto del 30% destinado a la compra de insumos y repuestos, con un plazo de ejecución estimado de tres años.
Desde el año 2015, FAdeA ha mantenido una relación constante con la Fuerza Aérea en torno al Pampa III, aunque marcada por interrupciones, demoras y renegociaciones sucesivas. Entre los factores que afectaron la producción se destacan los cambios políticos, restricciones presupuestarias y problemas logísticos. En ese marco, entre 2015 y 2024 se entregaron una docena de aviones, incluyendo tanto unidades nuevas como modernizadas.
La actual gestión enfrenta un contexto especialmente delicado. FAdeA se encuentra bajo un Procedimiento Preventivo de Crisis, con reducción salarial del 80% y suspensiones rotativas de 90 días. Esta situación compromete su capacidad operativa y pone presión sobre el cumplimiento del nuevo contrato, firmado a fines de mayo. Para el Ministerio de Defensa, el acuerdo representa también una medida política para estabilizar el escenario ante un conflicto visible con la empresa estatal.

En paralelo, persiste la incertidumbre sobre el futuro del IA-100B Malvina. La aeronave, cuyo prototipo fue desarrollado con fondos de gestiones anteriores y que recientemente completó su primer vuelo, está realizando sus primeros vuelos de prueba con vistas a su proceso de certificación. No obstante, aún no hay una decisión por parte de la Fuerza Aérea Argentina respecto a su adquisición. Esta situación pone en entredicho la viabilidad comercial del sistema, ya que difícilmente será incorporado por un usuario externo si no cuenta con la validación de su propia Fuerza Aérea.
Finalmente, otro punto crítico es la situación de los aviones C-130 Hércules, línea de FAdeA que actualmente tiene su actividad reducida a un mínimo. Las tres unidades que se encuentran en la fábrica cordobesa plantean interrogantes sobre su disponibilidad para la próxima Campaña Antártica 2025-2026, un evento logístico estratégico para la presencia argentina en el continente blanco, y que demanda un considerable esfuerzo a la flota de C-130 de la FAA.

El nuevo contrato firmado con FAdeA aparece como una oportunidad para reactivar programas estancados, pero la efectividad de su cumplimiento dependerá de la resolución de los problemas estructurales que afectan a la fábrica y del respaldo político-administrativo que reciba el acuerdo en curso.
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El problema en FAdeA llegó a la prensa brasileña y acá se especula sobre posibles impactos en el funcionamiento de la línea de componentes para el KC-390. Hay temores que debido a este tema político de presupuesto y subvenciones, FAdeA no pueda entregar en forma y plazo los pedidos de Embraer.
El tema no es que cadea incumple. El tema es sue el ministerio o sea el gobierno firma contratos pero la plata no sosrece. Pongan la plata y fadea condtruue. Hoy dia fadea debe pero el gobierno le debe mas.
Bueno. A medida q se aclara el contrato este es solo para modernizar unidades y hacer recorridas a algunas paradas. Fabricar nuevas no hay nada y por ahora solo un contrsto q debe ser aprobado . el dinero sigue sin aparecer.