A través del Decreto 377/2025 publicado en el día de la fecha en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional oficializó la transferencia de la administración, operación y plena responsabilidad por la custodia de la flota aérea presidencial al Ministerio de Defensa, quedando a cargo de la Fuerza Aérea Argentina. Esta medida incluye el mantenimiento y control técnico de todas las aeronaves, en función de los requerimientos que establezca la Secretaría General de la Presidencia de la Nación. Las contrataciones que se celebren para operar dichas aeronaves estarán regidas por lo dispuesto en el Decreto N.º 1952/04 y sus normas complementarias.
La Agrupación Aérea Presidencial actualmente está compuesta por un conjunto de aeronaves de ala fija y rotatoria con capacidad para realizar vuelos nacionales, regionales e internacionales, destinados al traslado exclusivo del Presidente de la Nación y otras autoridades. La flota está integrada por un Boeing 757-256 matriculado “ARG-01”, -adquirido durante la presidencia de Alberto Fernández en 2022-, un Boeing 737-500 “ARG-02” (Ex T-04), y un Learjet 60 “ARG-03”, este último propiedad de la Fuerza Aérea pero operado por la Agrupación Presidencial. En cuanto a helicópteros, se encuentran en servicio un Sikorsky S-70C AR (ARG-10, ex H-01), dos S-76B Spirit y un Airbus H155B1, este último bajo operación de la Dirección General de Aviación Federal Policía Federal Argentina.

Si bien históricamente la operación de estos medios estuvo a cargo de la Fuerza Aérea Argentina, durante la presidencia de Mauricio Macri se produjo un cambio significativo al comenzar a utilizarse pilotos civiles. La actual decisión de la gestión de Javier Milei marca un retorno a la administración militar plena de la flota.
Cabe recordar que existieron antecedentes para transferir el helicóptero Sikorsky S-70C AR a la Aviación del Ejército, el cual se podría haber sumado a los Sikorsky S-70/UH-60 Black Hawk oportunamente licitados en diciembre de 2024, operación que finalmente fuera dejada sin efecto. No obstante, con la nueva disposición, esta aeronave pasará a estar bajo la órbita de la Fuerza Aérea Argentina, quedando descartada la idea de transferirla a la Aviación del Ejército.
Más allá del traspaso formal, la incorporación de estas aeronaves no representa una mejora significativa de capacidades operativas para la Fuerza Aérea Argentina, ya que todas ellas están configuradas en formato VIP para el transporte de autoridades y no para tareas de transporte militar. Para que cumplan funciones dentro del esquema logístico de la Fuerza Aérea, como el traslado de personal o su incorporación a Líneas Aéreas del Estado (LADE), sería necesario realizar modificaciones estructurales, principalmente en los dos aviones Boeing.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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