La reciente pérdida del avión de entrenamiento KT-1P reafirma la urgente necesidad de concretar la modernización tecnológica de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) en el campo de la detección y el seguimiento de aeronaves en el territorio nacional.
Hablamos del control aeroespacial, una capacidad fundamental para la protección y supervivencia de un país, que en el caso peruano se realiza con serias restricciones pues los actuales sistemas requieren de reemplazo por obsolescencia.
En ese sentido, la FAP necesita hacer realidad la adquisición de radares de alarma temprana tipo tridimensionales de largo alcance (de 400 a 450 kilómetros), y viene trabajando en ello para que este año por lo menos se logre contar con tres ejemplares de los once previstos.
Igualmente, requiere concretar el Proyecto de Helicópteros de Búsqueda, Recate y Salvamento (SAR), que incluye la compra de un primer lote de seis unidades, de un total de doce aparatos calculados para satisfacer las necesidades del país.
Otro requerimiento por atender es el Programa de Renovación del Satélite de Observación de la Tierra PeruSAT-1, de Airbus Defense, cuya tecnología que se acerca al límite de garantía del fabricante de diez años.
En este caso, la FAP ya tiene en proceso los estudios correspondientes, donde la inversión sería menor pues ya se cuenta con una estación y personal capacitado, en la base de la localidad de Pucusana.
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