Desde la base rumana de Schitu, el radar de vigilancia aérea AN/TPS-43M desplegado por el Ejército del Aire y Espacio español ha alcanzado esta semana un significativo hito tras completar 20 mil horas de operación continua en tareas de vigilancia. Este radar, operado por el Destacamento Aéreo Táctico Tigru, forma parte fundamental del dispositivo de defensa aérea de la OTAN en su flanco oriental desde su despliegue inicial en octubre de 2022.
La misión se enmarca dentro de la operación de Defensa Aérea y Antimisil Integrada de la OTAN (NATO IAMD), específicamente bajo el plan “Standing Defense Plan, Persistent Effort”. Este despliegue refuerza significativamente las capacidades de vigilancia aliadas en una región estratégica cercana al Mar Negro, donde el radar español viene demostrando una fiabilidad operativa excepcional. El sistema, con un alcance superior a 400 kilómetros, proporciona cobertura crítica para la detección temprana de posibles amenazas aéreas.
El reciente hito de esta misión se sustenta en el trabajo del personal español perteneciente al Grupo Móvil de Control Aéreo, que ha mantenido el sistema operativo con una disponibilidad excepcional gracias a rigurosos protocolos de mantenimiento. El apoyo técnico y logístico del Centro Logístico de Transmisiones del Ejército del Aire ha sido igualmente crucial para alcanzar este avance operativo. Los datos recogidos por el radar se integran perfectamente en el Sistema Integrado de Defensa Aérea y Misiles de la OTAN a través del Centro de Control situado en Moara Vlasiei, cerca de Bucarest.
Con ello, España continúan en su camino reforzar la seguridad colectiva de la Alianza Atlántica, demostrando la capacidad de las fuerzas aéreas españolas para mantener despliegues prolongados con sistemas avanzados. La misión del destacamento Tigru complementa otras contribuciones españolas a la defensa aliada en el este de Europa, incluyendo la batería NASAMS en Letonia y los sistemas Patriot en Turquía.
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