Teniendo como marco el nuevo acuerdo entre Reino Unido y Mauricio, la Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF) contaría con la isla Diego Garcia para el despliegue de cazas y bombarderos, entre otros medios, por al menos 99 años más. El acuerdo transfiere la soberanía del archipiélago de Chagos, donde se encuentra la isla, a Mauricio lo que garantiza a su vez el control y operación conjunta de la base militar Diego Garcia, convirtiéndose en uno de los pilares estratégicos para las capacidades militares del Reino Unido y Estados Unidos en el Indo-Pacífico, África Oriental y Medio Oriente.
Si bien no fue firmado explícitamente por Estados Unidos, Reino Unido resaltó el papel fundamental que cumple la instalación de la isla para uno de sus aliados más cercanos. “El (muy importante) acuerdo del Reino Unido con Mauricio garantiza las capacidades operativas de la base y los intereses clave de seguridad nacional de EE. UU. en la región. Confiamos en que la base estará protegida por muchos años” , afirmó el secretario de Defensa Pete Hegseth en un mensaje en Fuentes de Información Abierta (OSINT).
La isla Diego Garcia es uno de los centros neurálgicos de operaciones militares, con capacidades aéreas, navales, espaciales y de inteligencia más importantes de los Estados Unidos. En esta base se cuenta con una infraestructura esencial como un puerto de aguas profundas, un aeropuerto militar de despliegue rápido, antenas de rastreo satelital y estaciones de vigilancia sísmica. También hay instalaciones críticas del sistema GPS y sensores del programa de vigilancia espacial GEODSS, claves para el monitoreo de amenazas orbitales y proliferación nuclear.
Este acuerdo firmado, en el día de ayer, le asegura al Reino Unido el control exclusivo del espectro electromagnético en la zona y establece una zona de exclusión de 24 millas náuticas, con mecanismos de veto compartido para cualquier tipo de desarrollo en las islas exteriores. Además, prohíbe expresamente la presencia de fuerzas extranjeras, tanto civiles como militares.
Más allá de esto, la base ha sido utilizada por bombarderos, aviones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, cazas, aviones cisternas, y otras plataformas de Estados Unidos en diferentes conflicto donde el país se vio involucrado. También cuenta con instalaciones de atraque capaces de recibir submarinos y elementos de un Grupo de Ataque de Portaaviones de la Armada de EE. UU.
Al día de la fecha, la Fuerza Aérea estadounidense ha empleado la base para el despliegue de sus bombarderos, y otras aeronaves. Entre marzo y mayo, seis B-2 fueron desplegados en lo que fue el vuelo más largo y numeroso en el extranjero para estos aviones estratégicos. Entre algunas de las operaciones que llevaron a cabo, algunas de las aeronaves realizaron ataques contra objetivos en Yemen, ya que la instalación se encuentra a unos 4.200 kilómetros de Teherán, además de constituirse como claro mensaje de disuasión contra Irán. Semanas más tarde, los B-2 fueron reemplazados por cuatro bombarderos B-52H, con el agregado de que luego fueron desplegados cuatro cazas F-15, aparentemente ejemplares pertenecientes a la variante F-15E Strike Eagle, para proteger la isla.
Por último, desde el Ministerio de Defensa de Reino Unido se afirmó que el acuerdo era indispensable para asegurar el futuro de la isla Diego Garcia y “evitar que adversarios del Reino Unido establezcan presencia en la región”. Además de Estados Unidos, la base ha acogido unidades de Australia, Francia, Japón y Corea del Sur, aliados.
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