En la tradicional ceremonia que se realiza los 21 de mayo en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, la Armada de Chile conmemoró el 146º aniversario del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa, rindiendo honores a los héroes de 1879 y proyectando al mismo tiempo los desafíos que enfrenta la institución en el siglo XXI. El acto fue encabezado por el Presidente de la República, acompañado por la Ministra de Defensa Nacional y el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De La Maza, además de altas autoridades civiles y militares nacionales y extranjeras.
La ceremonia, que contó con la participación de 1.077 efectivos, rememoró el sacrificio del Comandante Arturo Prat y sus hombres a bordo de la corbeta “Esmeralda”, destacando también el coraje desplegado en el Combate de Punta Gruesa, por parte del Capitán de Corbeta Carlos Condell. A las 12:10 horas, el país entero detuvo su marcha para recordar el instante en que la “Esmeralda” se hundía heroicamente frente a las costas de Iquique con su bandera al tope, mientras el Guardiamarina Ernesto Riquelme disparaba su último tiro de cañón, desafiando al Monitor peruano “Huascar”.
Durante su alocución, el Almirante De La Maza —en su último discurso como Comandante en Jefe— no solo honró el legado de los mártires navales, sino que también delineó con claridad el rumbo estratégico que proyecta la Armada: un futuro construido desde y con el mar. En ese contexto, destacó como un hito la reciente firma de la Política Nacional de Construcción Naval, que permitirá que los buques requeridos para las próximas décadas sean construidos en territorio nacional, impulsando de paso la industria tecnológica, el empleo y la soberanía productiva del país.
El Almirante subrayó especialmente el desarrollo del “Proyecto Escotillón IV”, que contempla la construcción de cuatro unidades multipropósito por los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR) Talcahuano. La construcción del segundo está programada para iniciar en junio próximo. Se trata de una iniciativa clave para la modernización de la flota, que permitirá a la Armada enfrentar escenarios crecientemente competitivos, donde la presencia efectiva, la autonomía logística y la vigilancia de las rutas marítimas estratégicas son factores decisivos.
Entre los principales desafíos institucionales se mencionó el fortalecimiento de la capacidad de vigilancia oceánica mediante tecnologías de punta, la operación flexible en extensas áreas marítimas, y la formación de personal con sólidos conocimientos en derecho internacional marítimo. Todo ello apunta a consolidar una Armada capaz de proyectar presencia regional y responder con solvencia ante escenarios de creciente complejidad geopolítica en el Pacífico Sur.
La jornada concluyó con el tradicional desfile en honor a las Glorias Navales, donde delegaciones de las Fuerzas Armadas, Carabineros y escuelas matrices cruzaron la Plaza Sotomayor ante la ciudadanía.
Frente a la Cripta de los Héroes, donde descansan los restos de Prat, Condell y Aldea se renovó el compromiso con un legado que no solo se honra en ceremonias, sino que se proyecta en cada decisión estratégica que busca resguardar la soberanía nacional en y desde el mar.
*Fotografías: Ministerio de Defensa / Armada de Chile.
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