En el marco de las habituales misiones de vigilancia y control en aguas internacionales, la Real Armada Británica detectó al submarino de ataque ruso Krasnodar mientras navegaba por el Canal de la Mancha. La unidad, perteneciente a la clase Kilo II de la Armada Rusa, fue monitoreada de cerca por el patrullero HMS Tyne como parte de los compromisos asumidos por el Reino Unido dentro del esquema de operaciones de la OTAN. La actividad se desarrolló en un contexto de continuos movimientos navales rusos por zonas estratégicas de Europa, situación que ha generado una respuesta sostenida por parte de fuerzas aliadas a fin de garantizar la seguridad marítima.

Conforme a las tareas que realiza la Real Armada Británica para garantizar la seguridad de las aguas y la protección, el buque patrullero de la clase River, HMS Tyne, interceptó al submarino ruso al ingresar al Canal de la Mancha cerca de la costa francesa. A partir de allí, se mantuvo un seguimiento constante hasta su traspaso fuera del área de responsabilidad de Reino Unido. Posteriormente, el HMS Tyne fue rápidamente reasignado para continuar con nuevas tareas, esta vez vigilando a la corbeta rusa Boikiy de la clase Steregushchiy mientras se desplazaba hacia el oeste desde el Mar Báltico a través del estrecho de Dover.
Cabe destacar que previamente a ser observado en el Canal de la Mancha, el Krasnodar fue seguido por un helicóptero Wildcat de la Royal Navy perteneciente al Escuadrón Aéreo Naval 815, desplegado con el Grupo de Ataque de Portaaviones del Reino Unido (CSG) del HMS Príncipe de Gales en el Atlántico. Sobre este hecho, el ministro de Defensa, Luke Pollard, expresó: “La Royal Navy ha vuelto a demostrar su disposición para proteger las aguas del Reino Unido y salvaguardar al público. Nuestros marinos actuaron con rapidez y decisión frente a una posible amenaza rusa, y rindo homenaje a su dedicación, valentía y profesionalismo. La seguridad nacional es uno de los pilares del Plan para el Cambio, y estamos dotando a nuestras Fuerzas Armadas de lo necesario para mantenernos seguros en casa y firmes en el exterior”.

La navegación de embarcaciones rusas en las inmediaciones del Reino Unido y su vigilancia posterior se ha vuelto una escena común, por lo que este hecho no resulta excepcional. Hace tan solo dos semanas, los buques HMS St Albans y HMS Mersey también monitorearon de cerca por separado embarcaciones rusas que transitaban por el canal de la mancha. Mientras que en el mes de marzo, fragatas Tipo 23 y buques de apoyo de la Real Armada británica vigilaron el tránsito por el Canal de la Mancha de un Grupo de Tareas de la Armada Rusa. Así como estos episodios, a lo largo del 2025 se dieron muchos más casos que implicaron el rápido despliegue de embarcaciones y aeronaves.
En el caso de la presencia del submarino de ataque de la clase Kilo II Krasnodar (B-265), no es la primera vez que su navegación despierta alertas. Entre febrero y marzo del presente año, la Armada Española confirmó su paso por el Estrecho de Gilbraltar como parte de una tránsito hacia el Mediterráneo, acompañado por toras unidades rusas. Según los diversos comunicados de aquellas fechas, la presencia de las unidades de Rusia responden al despliegue que realizan entre sus unidades de asiento, como Kaliningrado en el Báltico y la Flota del Mar de Norte, y diversas localizaciones en el Mediterráneo Oriental. No obstante, también se han dado por cuestiones geopolíticas, precisamente tras el cambio de régimen en Siria debido a la caída de Bashar al-Assad.
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