Unidades de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y de Noruega realizaron un adiestramiento combinado en Medio Oriente junto a un cañonero AC-130J Ghostrider. Las ejercitaciones realizadas en el terreno sirvieron para comprobar la estandarización de técnicas y procedimientos en misiones de apoyo aéreo cercano.
De acuerdo con lo informado por el Comando Central (CENTCOM) de EE.UU, tropas de operaciones especiales estadounidenses y del ejército de noruega, que integran la misión multinacional para combatir el Estado Islámico, llevaron adelante ejercicios donde se coordinaron acciones con fuego real desde un cañonero AC-130J Ghostrider de la Fuerza Aérea de EE.UU.
“…El ejercicio de entrenamiento con fuego real de apoyo aéreo cercano se centró en los procedimientos para garantizar la interoperabilidad entre las fuerzas terrestres de la Coalición y los activos aéreos en el área de responsabilidad del Comando Central de EE.UU. …”, detalló el CENTCOM en una breve publicación en su cuenta de X.
Los mencionados elementos de operaciones especiales de EE.UU. y del Ejército de Noruega forman parte de la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada – Operación Inherent Resolve, esfuerzo multinacional que “…asesora, asiste y habilita a las fuerzas asociadas hasta que puedan derrotar independientemente a Daesh en áreas designadas de Irak y Siria, con el fin de establecer las condiciones para marcos de cooperación de seguridad a largo plazo…”.
Tratándose de un teatro de operaciones permisivo, aeronaves como el cañonero AC-130J Ghostrider son de gran valor para las unidades de operaciones especiales e infantería ligera aliada y locales que operan en Siria e Iraq. La capacidad de apoyo aéreo cercano que puede proveer la Fuerza Aérea de EE.UU. con esta plataforma suele marcar la diferencia en el terreno, particularmente por su precisión y volumen de fuego.
Una de las virtudes del AC-130J Ghostrider es su gran autonomía, además de su paquete Precision Strike. Este incluye todo los sistemas que conforman su capacidad ofensiva: desde una consola de gestión de misión y suite de comunicaciones, pasando por dos sensores electroópticos/infrarrojos, equipo avanzado de control de fuego, capacidad de lanzamiento de municiones guiadas con precisión, así como cañones de 30mm y 105mm.
Esta última versión del mítico AC-130 también incorpora la capacidad de ataque stand-off, pudiendo lanzar bombas guiadas GBU-39 Small Diameter Bomb y GBU-69 Small Glide Munition, así como misiles AGM-114 Hellfire y AGM-176 Griffin. “…El AC-130J proporciona a las fuerzas terrestres una plataforma expedicionaria de fuego directo que es persistente, idealmente adecuada para operaciones urbanas y lanza municiones de precisión de bajo rendimiento contra objetivos terrestres…”, detalla la Fuerza Aérea de EE.UU.
Imagen de portada: CENTCOM
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