La experiencia y lecciones de combate en Ucrania continúan haciendo eco en distintas Fuerzas Armadas. Así fue el caso de la 1.ª Brigada de Artillería de Masuria perteneciente a las Fuerzas Terrestres de Polonia, unidad que inició una serie de pruebas con protección adicional contra drones en sus vehículos de combate de artillería.
Gracias a una serie de imágenes recientemente publicadas en sus redes sociales, la 1.ª Brigada de Artillería de Masuria expuso las modificaciones realizadas en un vehículo de combate de artillería K9 Thunder y en un lanzador múltiple de cohetes WR-40 Langusta. En las fotografías se aprecia como ambos modelos recibieron protección adicional contra drones, en este caso en forma de blindaje del tipo reja.
Similar solución se comenzó a ver en los campos de batalla de Ucrania hace más de un año, cuando comenzaron a proliferar los drones comerciales y del tipo recreativo modificados para el lanzamiento de municiones o cargas explosivas. Este tipo de modificaciones fue implementado ampliamente por ambos bandos como una primera medida ante la creciente amenaza que representaban los drones.
Sin embargo, este tipo de protección quedaría superada con el paso del tiempo, una vez que los drones FPV aparecieron en los campos de batalla y su uso se ampliara masivamente, al punto tal que hoy representan una de las principales amenazas anti-material y anti-personal.
La efectividad de los drones FPV, ya sea por su bajo costo y posibilidad de desplegar en cantidades, obligó a ambos bandos a implementar profundas modificaciones en sus vehículos de combate. Esto implicó la adición de blindaje convencional, ya sea en forma de planchas de acero y blindaje reactivo, así como material improvisado (del tipo reja/jaula, cadenas, etc) y equipos de guerra electrónica.
Gracias a estas soluciones se logró mejorar en parte la supervivencia de las tripulaciones ante ataque de drones, sin embargo las mencionadas modificaciones también trajeron aparejadas severas penalidades en lo que refiere a movilidad, conciencia situacional y merma en las capacidades de los vehículos de combate.
Las jaulas anti-drone introducidas en los K9 Thunder y WR-40 Langusta de la 1.ª Brigada de Artillería de Masuria seguramente forman parte de una primera instancia de la unidad a la hora de evaluar medidas de protección adicional. Esta iniciativa podría escalar con cooperación de la industria local a los fines de estandarizar soluciones, evitando de esta manera conceptos improvisados como se pudieron apreciar en los casos de Rusia y Ucrania.
Imagen de portada: SKS – 1.ª Brigada de Artillería de Masuria
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